viernes, 13 de diciembre de 2019

Chile confirmó que el avión desaparecido cayó al mar y que no hay sobrevivientes

Después de los hallazgos de las partes y de restos humanos, el jefe de la Fuerza Aérea de Chile confirmó el peor escenario previsto desde el lunes pasado, cuando se perdió contacto con el C-130 Hércules.


Las autoridades chilenas confirmaron ayer el peor escenario para el avión militar con 38 pasajeros a bordo que desapareció el lunes cuando iba a la Antártida: cayó en el mar y se descarta que haya sobrevivientes.

“Las condiciones de los restos encontrados del avión hacen prácticamente imposible que existan sobrevivientes a este accidente aéreo”, dijo el jefe de la Fuerza Aérea de Chile (FACH), Arturo Merino, en rueda de prensa junto al ministro de Defensa, Alberto Espina, en la base aérea de Punta Arenas (3.000 km al sur de Santiago).

Los restos del avión, un Hércules C-130, comenzaron a ser encontrados a partir del miércoles en una de las áreas de búsqueda sobre las tormentosas agua del mar al sur del continente americano.

“Cuarenta y ocho horas después [de su desaparición], gracias a Dios, hemos encontrado al avión”, dijo por su parte el ministro Espina, que junto a Merino viajó temprano este jueves a Punta Arenas.

Específicamente los restos fueron hallados en la llamada “zona tres” de búsqueda, un área de 30 km de radio, en la que trabajan alrededor de 23 aeronaves y 14 barcos de diversos tamaños de varios países para encontrar el máximo de elementos de la aeronave siniestrada.

Durante el operativo de rescate se encontraron esponjas que son parte de una de las alas de la aeronave, tren de aterrizaje, una rueda de repuesto, parte del sistema de carga de combustible y pedazos de tela que corresponden al interior de la aeronave. Igualmente se hallaron dos bolsos, una mochila y un zapato pertenecientes a los ocupantes del avión.

“Junto con los restos de las partes del avión que se han encontrado, se han encontrado restos de seres humanos que lo más probable es que sean parte de quienes viajaban en el avión C-130”, añadió Merino.

Con 38 personas a bordo -21 pasajeros y 17 tripulantes- el avión militar despegó a las 16:55 (19:55 GMT) del lunes desde Punta Arenas, en el extremo austral de Chile, rumbo a la base Eduardo Frei en la Antártida.

La aeronave perdió comunicación cuando sobrevolaba el paso de Drake, una de las zonas más tormentosas para la navegación, que separa al continente sudamericano de la Antártida. Conocido también como mar de Hoces, en alusión al navegante español Francisco de Hoces que llegó a esta zona en el siglo XVI, esta ruta náutica marca la unión del océano Pacífico con el Atlántico.

Más tarde, en la cuenta de Twitter de la Fuerza Aérea de Chile publicaron un mensaje de Merino en la que afirma: “Quiero que sepan que sus vidas no se perdieron en vano, sino más bien por ideales superiores. Nuestros camaradas guiados por el espíritu del cumplimiento del deber, donde todos juraron entregar su vida por Chile si fuese necesario y así lo hicieron; como también, otros motivados a ser parte del apoyo a la presencia de Chile en la Antártica. Todos ellos son héroes de paz”.

Ninguna hipótesis descartada

El ministro de Defensa Alberto Espina llegando a Punta Arenas
Las autoridades no descartaron ninguna hipótesis sobre las causas del accidente de este avión, fabricado en 1978 y que era uno de los más seguros de la Fuerza Aérea de Chile. “Cuando mueren 38 compatriotas lo mínimo que se puede hacer es encontrar la verdad”, afirmó el ministro Espina.

El avión no desplegó ninguna señal de emergencia previo a desaparecer, lo que podría indicar que sufrió un evento abrupto. “La falta de señales de socorro o transmisiones de ubicación de emergencia de las balsas salvavidas que transporta la aeronave indica que ocurrió un evento durante el vuelo que fue potencialmente catastrófico en su naturaleza”, explicó a la AFP el profesor de Industria aérea Stephen Wright, de la Universidad de Tampere de Finlandia.

“El historial de mantenimiento de la aeronave también estará bajo un intenso escrutinio, ya que la aeronave fue fabricada en 1978. Obtener la mayor parte de la estructura de la aeronave del fondo marino será la mejor solución para identificar con precisión cómo y por qué se precipitó al mar”, agregó el experto.

El último viaje del avión tenía como misión cumplir tareas de apoyo logístico en la base Eduardo Frei, la más grande de Chile en la Antártida, para la revisión del oleoducto flotante de abastecimiento de combustible de la base y realizar tratamiento anticorrosivo de las instalaciones.

Merino dijo por su parte que se investigará también un audio de Whatsapp enviado a su familia por uno de los pasajeros del avión, en el que habría dado cuenta de fallas eléctricas de la aeronave.

De los 21 pasajeros del C-130 Hércules, 15 eran uniformados de la FACH, tres del Ejército, dos de la empresa privada de construcción Inproser y uno funcionario de la Universidad de Magallanes.

Las autoridades indicaron que ahora se tomarán muestras de ADN de los familiares de las víctimas para identificar los restos humanos.

Los familiares han recibido asistencia médica y psicológica desde el miércoles, cuando se informó sobre la primera aparición de restos humanos.

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