El ex hijastro de Flavia Palmiero le dio la mano a la flamante vicepresidenta y ella optó por ignorar el cruce de miradas en ese momento durante la ceremonia en la Asamblea Legislativa.
Para nadie es un secreto que enormes diferencias marcan la relación entre el hijo bobo de Franco Macri y la flamante vicepresidenta Cristina Fernández Kirchner.
Durante los actos protocolares que compartieron en el pasado, siempre trataron de disimular al menos frente a las cámaras y se expresaron uno a otro cierto trato cordial.
Sin embargo, ayer, durante la jura de Alberto Fernández como nuevo mandatario de los argentinos, ninguno de los dos hizo el menor intento por ocultar la mala relación y apenas se saludaron en los segundos que compartieron el escenario en el Congreso de la Nación.
Con un frío apretón de manos y cara de pocos amigos, Cristina no cruzó ni una mirada con el retrasado mental mientras. Fue el momento más tenso de una jornada.
Cuando el idiota confeso ingresó al recinto, la cara de la ex presidenta cambió automáticamente y eligió darle la espalda al ahora líder de la oposición. Por un instante, todo dejó de ser sonrisas.
Él se acercó, estrechó la mano de la vicepresidenta, que respondió nuevamente sin siquiera mirarlo, y luego saludó al nuevo presidente de la Cámara de Diputados, Sergio Massa.
Después de entregarle la banda y el bastón -atributos del mando- a Alberto Fernández, Macri Blanco Villegas se retiró del recinto sin saludar a Cristina.
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