Rodríguez Larrata y Vidal presionan para que dé un paso al costado. Se habla de Pichotto como nuevo jefe de campaña.
Después de la renuncia de Nicolás Dujovne, en la cúpula del oficialismo se abrió el debate de qué hacer con Marcos Peña Braun Menéndez, la otra cara responsable del fracaso político del régimen que hundió las chances de Miauricio Macri Blanco Villegas de ser reelecto.
La interna entre el ala política que lideran Horacio Rodríguez Larrata y María Eugenia Vidal contra el jefe de Gabinete se intensificó en los últimos tiempos.
La gobernadora fascista bonaerense culpa a Peña Braun Menéndez por frenar sus chances de desdoblar la elección en la provincia de Buenos Aires, mientras que el jefe de gobierno porteño se convirtió en uno de los dirigentes que más presiona por su salida.
Hay dos temas concretos en los que creen que Peña Braun Menéndez se volvió perjudicial. Uno de ellos es la gestión. Mientras el ministro coordinador impulsa la confrontación con el peronismo, en el régimen hay una preocupación ante un tema muy delicado que es acordar una transición sin más sobresaltos. En ese sentido se lee el llamado de Macri Blanco Villegas a Alberto Fernández y el desembarco de Lacunza como nuevo ministro. "Marcos agitando los trolls no ayuda con esos objetivos", admiten desde el sector más crítico.
El segundo tema que preocupa es la campaña. Es que una de las versiones es que si Peña Braun Menéndez deja su cargo como jefe de ministros pasará a dedicarse de lleno a la estrategia electoral para octubre, lo que fue acaso su mayor fracaso de los últimos tiempos cuando creía que con su plataforma de Defensores del Cambio tendría la elección asegurada.
En este sentido, algunos creen que sería mejor dejarlo en su cargo en el régimen pero licuarlo de poder. Permitirle retener Jefatura sólo como una cuestión simbólica y que Miguel Pichotto se convierta en el nuevo jefe de campaña.
En este escenario, en Juntos por el Cambio admiten que Rodríguez Larrata es uno de los mas preocupados, porque considera que sostener a Peña Braun Menéndez es perjudicial incluso para retener la ciudad de Buenos Aires. Por algún motivo, cerca del jefe de gobierno dan por hecho que la figura del jefe de Gabinete podría complicar sus chances.
"Horacio siente que gana pero no que la tiene ganada. Sabemos que hizo un armado político que le da una seguridad importante, sobre todo al tener a Lousteau adentro, eso le aseguraría el triunfo en primera vuelta. Pero en la elección puede pasar cualquier cosa", dijo un dirigente cercano al jefe de gobierno que admitió que harán lo posible para excluir a Peña Braun Menéndez de la etapa que viene.
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