La impulsó el rector de la UMET, Nicolás Trotta, y se agregaron senadores y diputados del Frente Todos. Bolsonaro sigue atacando a Fernández.
"No le voy a contestar más de Bolsonaro", respondió Alberto Fernández en su última entrevista televisiva, luego de los ataques cruzados que mantuvieron horas después de su victoria en las primarias.
El presidente fascista de Brasil había advertido sobre una migración de argentinos si perdía Macri Blanco Villegas y el candidato del Frente de Todos lo trató de misógino, xenófobo y le pidió liberar a Lula Ignacio Da Silva, a quien visitó en la cárcel de Curitiba durante la campaña electoral.
Pero lejos de poner paños fríos, Fernández se sumó a un petitorio de la Universidad Metropolitana para la Educación y el Trabajo (UMET) que solicita la libertad al ex presidente y lo acompañaron Cristina Fernández de Kirchner y la mayoría de los senadores y diputados que apoyaron al Frente Todos.
La solicitada tuvo la consigna "500 días de injusticia", el hashtag #LULALIVREJÁ y agitó un pelea con Bolsonazi que no parece tener final cercano. El lunes, el canciller Ernesto Araújo, comparó a Fernández con una mamushka rusa: "Lo abres y está Cristina Kirchner, lo abres y está Lula y después Chávez".
Trotta forma parte de la mesa chica de Alberto y si bien trató de desligarlo de su convocatoria, la victoria en las primarias le permitió afinar la convocatoria en las provincias y en los pasillos del Congreso.
"Desde el comité que lanzamos hace varios meses, incentivamos esta solicitada que tuvo un gran respaldo y que agrupa en total a decenas de gobernadores, senadores, diputados, intendentes, sindicalistas, personalidades de la cultura y artistas, en un clamor muy importante por la libertad frente a una injusticia, como es la detención y condena de Lula da Silva, que implica que Brasil siga estando en un estado de excepción", explicó el rector de la UMET.
No aparece la firma de Omar Perotti, gobernador electo de Santa Fe y activo miembro de la campaña de Alberto. Sí se sumaron el pampeano Sergio Ziliotto y el misionero Oscar Herrera Ahuad, que también asumen el 10 de diciembre.
Lula fue detenido el 7 de abril de 2018, acusado por el juez Sergio Moro de haber recibido un departamento de lujo como parte de pago de una constructora que fue contratista de Petrobras. Desde el 1 de enero, Moro es ministro de Justicia de Brasil.
Una de las primeras en celebrar la solicitada fue Dilma Rousseff, sucesora de Lula en la presidencia y destituida en 2016 por el Congreso brasilero. Según un comunicado de la UMET, agradeció con "enorme satisfacción el compromiso de tantos argentinos y argentinas en pedir por la libertad de Lula, y el hecho de que en otros países se manifiesten de manera tan contundente, porque es importante para la visibilidad de esta lucha por la libertad y para recuperar una democracia plena". Bolsonazi no tardará en responder.
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