martes, 20 de agosto de 2019

El riesgo país saltó un 14% tras la baja de calificación de Fitch y S&P

El indicador del JP Morgan rozó los 1.900 puntos básicos y los ADRs de las principales firmas argentinas en Wall Street se desploman hasta un 10%.


El día no laborable argentino no pudo evitar que los activos locales tengan una jornada negra en los mercados internacionales. 

Cuando parecía que el pico de incertidumbre ya había pasado y los precios de bonos y acciones tendían a estabilizarse en el final de la semana pasada, el lunes abrió con un nuevo sacudón.

El riesgo país se disparó un 14% para llegar a los 1.900 puntos básicos y quedar a las puertas de superar los niveles de pánico registrados el último miércoles. En tanto, los ADRs de las principales firmas argentinas en Wall Street se desploman hasta un 10%, en una caída liderada por los bancos como el Galicia (-10,88%), Macro (-10,03%) y BBVA Francés (9,57%).

El fenómeno se produce tras la dura baja de calificación de la deuda por parte de Fitch y Standard & Poors, quienes indicaron que "el default es una posibilidad real".

La calificadora de deuda Fitch resolvió bajar la calificación de la deuda argentina de "B con perspectiva negativa" a "CCC" de manera de "reflejar la elevada incertidumbre política posterior a las primarias del 11 de agosto, una restricción severa de las condiciones de financiamiento y un deterioro esperado del entorno macroeconómico que aumenta la probabilidad de un default o una reestructuración de algún tipo".

Por su parte, S&P degradó su nota para la deuda argentina de largo plazo a la categoría "B-" con perspectiva negativa, pero dejó la calificación "B" para la deuda de corto plazo.

En un comunicado de prensa, la calificadora explicó que "la perspectiva negativa de las calificaciones ‘B-' refleja una posibilidad mayor a una en tres de una baja de calificación durante el próximo año en el contexto de dinámicas de mercado económicas y financieras muy complejas, exacerbadas por la estructura del calendario electoral. Las mayores vulnerabilidades del perfil crediticio de Argentina son resultado de la depreciación cambiaria, la probable aceleración en la inflación y la profundización de la recesión económica. Estos factores desafiarán cada vez más la capacidad tanto del gobierno actual como del candidato presidencial que encabeza la oposición para contener la volatilidad del mercado y restaurar la estabilidad financiera y económica".

Por otro lado, el mundo está mirando con gran atención la llegada de la comitiva del FMI a Buenos Aires que se concretará en los próximos días para saber si efectivamente se enviarán los 5.500 millones de dólares correspondientes a la revisión del 15 de septiembre, a pesar del incumplimiento de la banda cambiaria y de las recientes medidas económicas que no respetan las metas fiscales establecidas.

Si bien este desembolso se centra en la evolución de las variables macroeconómicas hasta el 30 de junio, lo cierto es que los eventos de esta semana -la devaluación y las medidas anunciadas por Macri Blanco Villegas- jaquean los requisitos elementales para que el FMI le siga prestando a la Argentina.

Como es sabido, la relación deuda sobre PBI se disparó a un nivel que pone en duda su sostenibilidad, mientras que los anuncios de Macri tendrán un impacto fiscal de $ 50.500 millones, preocupación que se potencia con la salida del ex ministro de Hacienda Nicolás Dujovne, que era uno de los principales nexos con el Fondo y hasta el momento venía garantizando una sostenida baja del gasto.

En esta oportunidad, el escenario internacional jugó favorablemente, dado que se observan alzas generalizadas en las principales plazas bursátiles del mundo. Sin embargo, el hecho de que el derrumbe de este lunes sea estrictamente un fenómeno local vuelve a poner el ojo en la apertura de mercados del martes, primer día hábil de esta semana en Argentina, donde seguramente el Banco Central tendrá una presencia muy activa evitar nuevos contratiempos.

No hay comentarios.:

Publicar un comentario