El acuerdo con el marido de Isabel Macedo los tomó por sorpresa y luego de las elecciones santafesinas del domingo analizarán los pasos a seguir.
Roberto Lavagna se cortó solo y selló la fórmula con el salteño Juan Manuel Urtubey sin consultarle al gobernador de Santa Fe, Miguel Lifschitz, ni a la líder del GEN, Margarita Stolbizer, quienes lo acompañaron durante todo este tiempo de galanteo en el escenario mayor de la política.
Sin mayor contemplación, el economista adelantó la reunión de cierre de alianzas con Urtubey y después de varias idas y vueltas anunciaron la fórmula que representará a Consenso Federal 2030, derivado del nombre que en el inicio de las tratativas había propuesto el santafesino Miguel Lifschitz, Consenso 2019.
El gobernador de Santa Fe se enteró por los medios que Lavagna había avanzado en una fórmula con Urtubey el mediodía del miércoles. Lo mismo reconocieron en el GEN rosarino aunque admitieron no estar al tanto de la agenda de Margarita Stolbizer de ese día.
Lo cierto es que en el medio de la recta final a la difícil elección del domingo, cuando todos los esfuerzos estaban enfocados en la etapa más intensa de la campaña para que el Frente Progresista logre mantener la provincia, el armado nacional pasó como un vendaval con malas noticias para el progresismo.
Sumado al destrato de Lavagna, la decisión del socialista capitalino Roy Cortina de sumarse al frente de Rodríguez Larrata fue otro balde de agua helada. Es por ello que el próximo martes, pasada las elecciones santafesinas, el Partido Socialista hará una reunión de la mesa nacional para evaluar los pasos a seguir.
Una de las alternativas es presionar a Lavagna para que revise la fórmula ya que uno de los nombres que circulaba como posible candidato a la vicepresidencia era el del gobernador Lifschitz.
Sin embargo, en el socialismo saben que es difícil que el ex ministro de Economía dé el brazo a torcer. No lo hizo cuando negociaba adentro de Alternativa Federal con Massa, Schiaretti, Urtubey y Schiaretti que terminó dinamitando por su negativa a participar en las PASO, menos expectativas tienen en esté dispuesto a revisar la fórmula.
Es por ello que Miguel Lifschitz, luego de un día de hermetismo absoluto en la Casa Gris, declaró a medios locales que bajaba sus pretensiones y que le interesaría más ser Jefe de Gabinete que vicepresidente. Habrá que ver si el martes, en la reunión de partido, se conforman con la elegante declinación del gobernador.
Santa Fe es el tercer distrito más importante del país luego de CABA y provincia de Buenos Aires. No parecería muy sensato de parte de Lavagna que deje inconsulto a los dirigentes que le dieron algo de peso específico a su tenacidad durante los últimos meses.
Por lo pronto, en el socialismo están enfocando todos los esfuerzos para el domingo donde se juegan la gobernación provincial en una elección apretada que, según fuentes del progresismo, estarían aventajando al peronista Perotti por cinco puntos en las encuestas. En el PJ aseguran que es a la inversa.
De ganar Antonio Bonfatti su segundo período en la gobernación, la discusión nacional será en términos más cordiales. De lo contrario, el socialismo podría sufrir una fractura casi insalvable.
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