sábado, 15 de junio de 2019

Brasil: alto acatamiento al primer paro contra Bolsonazi. La policía reprimió a manifestantes en San Pablo

La primera huelga general contra el régimen fascista de Jair Bolsonazi era acatada en 26 de los 27 estados brasileños al mediodía de ayer, cuando la policía reprimió y detuvo a quince estudiantes cerca de la Universidad de San Pablo.


En esa ciudad y su área metropolitana el paro tuvo un alto acatamiento por parte de maestros, bancarios, metalúrgicos y conductores del subterráneo, pero no tuvo el respaldo de los choferes de colectivos y trenes urbanos.

"La paralización contra la reforma previsional responde a nuestras expectativas", declaró Douglas Izzo, presidente de la Central Unica de los Trabajadores (CUT) de San Pablo.

"Los estudiantes están junto a la clase trabajadora, ellos entendieron que esta reforma va a atacar a las futuras generaciones", señaló Izzo, además de convocar al acto previsto para las 16 horas en la Avenida Paulista, en el centro de la capital.

Las movilizaciones y piquetes de este viernes heredan el envión de la multitudinaria marcha en defensa de la educación pública y contra los cortes del presupuesto, especialmente en las universidades, que fueron encabezadas por estudiantes el 15 de mayo, considerada la primer revuelta contra el gobierno.

El paro de ayer contó con un respaldo unánime, y poco frecuente, de todas las organizaciones gremiales , lideradas por las CUT, ligada al PT.

"La huelga es fuerte, felizmente los petroleros están adhiriendo a la huelga desde ayer a la noche en las refinerías", afirmó David Bacelar de la Federación Única de Petroleros (FUP).

"La clase trabajadora está despertando después de ser engañada el año pasado cuando muchos votaron a Bolsonaro, hoy está revelándose contra el gobierno, la gente está idignada con este escándalo que dio The Intercept", completó Bacelar.

El dirgente de la FUP se refería a las revelaciones del sitio Intercept sobre la complicidad del ex juez Sergio Moro, actual ministro de Justicia, con los fiscales de la causa Lava Jato a fin de condenar sin pruebas a Luiz Inácio Lula da Silva.

El caso Moro desató una nueva crisis en el régimen de Bolsonazi, cuya popularidad bajó 20 puntos en los primeros cinco meses de gestión.

Ayer había poco tránsito en la avenida que pasa frente al Palacio del Planalto, en el centro de Brasilia, donde se registraba una fuerte adhesión al paro. No circularon los colectivos y solo en parte lo hizo el metro, además observase una paralización prácticamente total de los trabajadores de la educación, bancarios y de empleados públicos del Distrito Federal.
Fuente: nota de Darío Pignotti, desde Brasilia, para Página/12

No hay comentarios.:

Publicar un comentario