sábado, 15 de junio de 2019

Los intendentes macrifascistas ahora se aferran a Pichotto para sumar "voto peronista" en el conurbano bonaerense

Funcionarios macrifascistas agasajaron ayer al sorete malcagado en la Costanera con la notable ausencia de Marcos Peña Braun Menéndez.


Lejos de la bronca que generó en los trolls, la elección de Miguel Pichotto como candidato a vice de Miauricio Macri Blanco Villegas se vive con furor en la "pata peronista" del régimen y también entre los intendentes macrifascistas del conurbano bonaerense, que creen que el segundo de la fórmula puede impulsar sus campañas.

Funcionarios, legisladores y dirigentes de los régimenes de Macri Blanco Villegas y María Eugenia Vidal organizaron ayer un almuerzo en "Los Platitos" de Costanera Norte para darle la bienvenida a Pichotto a las filas oficialistas. Entre los que recibieron al senador se vio, mezclados, a Rogelio Frigerio, Emilio Monzó, Diego Santilli, Cristian Ritondo, Martiniano Molina, Bruno Screnzi, Joaquín de la Torre, Silvia Lospennato y Federico Salvai, en un asado del que se excluyó a Marcos Peña Braun Menéndez. 

"Pichetto suma mucho en municipios con identidad peronista", reflexionó un dirigente macrifascista de la Tercera Sección electoral, que apuesta a que la figura del senador le habilite un canal de diálogo con algunos referentes barriales del peronismo antikirchnerista que hasta ahora rechazaban cerrar con Cambiemos.

El chat de los "sin tierra" -los candidatos de María Eugenia Vidal en municipios gobernados por el peronismo- se reactivó en las últimas horas, después de semanas de inactividad y algunos mensajes aislados en los que sólo se leía preocupación. 

"¿Cómo generamos una foto con Pichetto?", se apuraba uno de los candidatos que mejor tomó la noticia. Entre las respuestas, le pedían esperar a las definiciones de Salvai después de compartir este viernes el asado con el senador. Es que hay algo de confusión entre los "sin tierra", que no tienen directivas claras pero asumen que se viene un "cambio de estética" -acaso una "peronización"- con la nueva marca de Juntos por el Cambio.

"Ya empezamos a medir. Si la figura de Pichetto suma, vamos a empezar a mostrarlo más. Antes queríamos foto con Vidal, ahora vamos a pedirla con Pichetto", razonaba otro de los candidatos.

Pese al entusiasmo inicial, no todo era jolgorio en las filas de Cambiemos del Cconurbano, donde varios candidatos reconocían que les apareció un "tren fantasma" de dirigentes del lavagnismo residual que ya tantean lugares en las listas, pegándose a Pichotto.

Los intendentes de Cambiemos también recibieron la noticia con entusiasmo. El más rápido fue Martiniano Molina, que salió a pintar las paredes de Quilmes con su nombre pegado a la nueva fórmula. 

Desde el entorno de su par de Lanús, Néstor Grindetti, también leyeron esta "muestra de apertura" del hijo bobo de Franco Macri como una forma de ratificar la tesis que hace tiempo puso en práctica el intendente, que desde hace mucho tiempo cerró con un sector del peronismo local. En rigor, Noelia Quinidimil encabezó la lista de concejales en 2017. 

Julio Garro también tomó de modo positivo el impacto de la fórmula en La Plata. En su gobierno remaracban que este sábado habrá una cena importante -calculan que irán unas 2.000 personas- organizada por Luis Barbie en Villa Elisa, en un sector donde las clases trabajadoras tienen un peso fundamental y a la que no descartaban sumar a Pichetto con sus armadores, en una muestra de que la intención será "potenciar" al ala peronista de cara a las elecciones.

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