Los hogares más humildes son los más afectados debido a precios que treparon de forma bestial ante el estancamiento de los salarios.

La leche, una de las bases de la alimentación de millones de niños en todo el país, aumentó en los últimos 12 meses casi el 100%.
Las consultoras Focus Market y Scanntech relevaron 750 productos y encontraron que la leche fue el segundo que más se encareció en el último año: en promedio, 95,4%. En el marco de diez artículos comparados, de sachet y larga vida, el valor pasó de los $ 24,30 el litro en mayo de 2018 a unos $ 50,10 en mayo último.
El encarecimiento, por supuesto, impactó en todos los derivados. Según el informe dado a conocer por el Índice de Precios al Consumidor del INDEC, los lácteos fueron los más afectados por la inflación en lo que va del año, con un 31,2% de suba en Buenos Aires en cinco meses.
En los últimos 12 meses, en tanto, ya subieron el 81,1%, ante una inflación del 63% en el total de los alimentos y un índice general del 56,8%.
En tanto, según los más recientes datos de la Secretaría de Agroindustria, en el primer trimestre de este año se vendió en el país un 13,2% menos de leche fluida que un año atrás, y un 21,1% menos que en los mismos meses de 2016. Es decir, que 1 de cada 5 litros tomados tres años antes se eliminó.
¿De qué forma impactó esto en el crecimiento de los más chicos, sobre todo en las zonas más castigadas por la inflación y el desempleo? No hay datos al respecto.
En base a datos del Observatorio de la Cadena Láctea Argentina (OCLA), en enero y febrero el consumo de leche y productos lácteos se derrumbó a 183 litros anuales por habitante. Fue el más bajo registrado desde 2003. El dato más dramático anterior a ese data de 1991.
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