El ex juez federal Carlos Rozanski reconoció haber estado al tanto de “la operación” en la que el ministro de Justicia, Germán Garavano, le habría ofrecido la libertad al arrepentido Leonardo Fariña para que “incriminara” a la ex presidenta Cristina Kirchner en las causas en las que el arrepentido preferido de Cambiemos estuvo procesado.
El ex magistrado aseguró, además, que el titular de la cartera de Justicia “no actuó solo” e interpretó que detrás del ministro estuvo Miauricio Macri Blanco Villegas, a quien acusó de “manipular al Poder Judicial”.
La supuesta reunión entre Fariña y Garavano fue relatada por el espía Hugo Rolando Barreiro, quien el fin de semana pidió declarar como arrepentido en la causa que investiga la trama de espionaje ilegal por la que está detenido el falso abogado Marcelo D’Alessio e imputado el fiscal Carlos Stornelli (ver nota aparte en esta misma edición).
Una de sus declaraciones versó sobre los aprietes y los intentos de robo a la ex abogada de Fariña, Giselle Robles, quien habría participado junto con su cliente de una reunión en 2016 con el titular de Justicia. En ese encuentro, Garavano le habría ofrecido a Fariña sacar del medio a los jueves que podrían fallar en su contra y le habría sugerido involucrar en una causa a la senadora y ex presidenta Cristina Kirchner.
Uno de esos jueces era Rozanski, quien integraba el Tribunal Oral Federal (TOF) 1 de La Plata, que tenía a cargo la causa por “evasión agravada” contra Fariña, autodenominado como “valijero” del empresario Lázaro Báez. Al enterarse de que aquella maniobra habría sido reconocida por el espía Barreiro, el ex magistrado afirmó que “me siento horrible. Es bueno que esto se sepa ahora, pero el momento y la situación profesional y personal es espantoso”.
“Yo conocía esta operación. Fue hecha cuando yo estaba presidiendo el tribunal", contó Rozanski en declaraciones a la AM 750. Según dijo, la maniobra “era prometerle a Fariña que lo iban a dejar en libertad si él incriminaba a la ex presidenta”.
Lo “interesante” del caso, añadió, “es que no había posibilidad de que (Fariña) quedara en libertad porque le habíamos prorrogado la prisión preventiva por seis meses para iniciarle el juicio”. Esa medida luego “fue confirmada por Casación, por lo tanto técnicamente no había posibilidad de excarcelarlo”.
Luego, el ex magistrado contó cómo fue la trama mediante la cual Fariña fue finalmente excarcelado, tal como se lo habría prometido Garavano. “Fue una maniobra brutal”, calificó. El TOF platense había pedido que el inicio del juicio fuera en junio de 2016 y, por esos días, él había pedido una licencia para visitar a su hijo en el exterior. “El primer día que estuve de viaje, pidieron la excarcelación, pusieron a un juez para reemplazarme y, alegremente, el ministro de Justicia Garavano lo hizo entrar al Programa de Protección de Testigos”.
La otra propuesta del funcionario fue “decirle al tribunal que para poder estar en el programa era mucho mejor que (Fariña) estuviera en libertad. Entonces, los jueces cambiaron sus votos y le otorgaron la excarcelación a quien 24 horas antes Casación le había prorrogado la preventiva”, contó Rozanski, para quien Garavano “no trabajó solo”.
“Efectivamente, es un hombre muy perverso pero es un ministro del Presidente de la Nación” y, por ende, “fue una operación que se hizo en conjunto”, explicó.
“La excarcelación de Fariña era imprescindible porque de lo contrario, no declararía lo que ellos querían”, advirtió. Además, sostuvo que los hechos revelados por Barreiro “son parte de las extorsiones" que se investigan en la causa en la que están comprometidos D’Alessio y Stornelli.
Rozanski insistió con que el supuesto arreglo entre Garavano y Fariña fue parte de “una mecánica autoritaria, brutal, fascista” del régimen de Cambiemos. “Fue una decisión del Poder Ejecutivo, que viene manipulando la Justicia”, concluyó.
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