La propuesta de CARBAP plantea beneficios fiscales para la producción de novillos pesados de 450 kilos.
Un grupo de dirigentes rurales le presentaron en varias oportunidades al secretario de Agroindustria, Luis Miguel Etchevehere, un plan para incentivar la producción de novillos pesados a partir de una serie de beneficios impositivos.
La iniciativa ideada por productores miembros de CARBAP -cuya entidad madre es CRA- consiste en establecer incentivos productivos y fiscales y eliminar la normativa que establece un peso mínimo de faena en 165 kilos (que data del año 2005).
"Planteamos incentivos a la producción de animales más pesados porque cualquier tipo de prohibición afecta el normal funcionamiento del mercado", comentó Mario Llambías, ex presidente de CRA y miembro de la Mesa de Enlace del 2008.
"Aumentando la producción de novillos pesados de más de 450 kilos se podría reactivar la industria frigorífica y crecer en exportaciones", indicó Llambías. "La matanza de animales livianos tenemos que evitarla mediante incentivos", señaló.
El peso promedio de faena se ubica en torno a los 232 kilos. El plan de CARBAP -que históricamente se opuso al peso mínimo- consiste en aumentar ese promedio y que los animales que superen los 450 kilos obtengan beneficios impositivos.
El dato es que cuando Etchevehere era presidente de la Suciedad Rural Argentina (SRA) estaba a favor de la iniciativa. Pero ahora, al parecer, cambió de opinión. "Con hipótesis no se pueden hacer políticas públicas", le dijo el funcionario a los ganaderos.
"Sumando 60 kilos por animal no sólo gana el productor sino también el Estado porque pasa a recaudar más impuestos", explicó Llambías. "Los criadores muchas veces tienen que malvender para poder cumplir con sus obligaciones", agregó.
Si bien el tema está en debate en la Mesa de Ganados y Carnes -que encabeza el propio Miauricio Macri Blanco Villegas- por el momento el foco en este ámbito (donde participan los distintos eslabones del sector) está puesto en la lucha contra la informalidad.
Las miradas apuntan al subsecretario de Ganadería, Rodrigo Troncoso, quien antes de ingresar a la función pública integró la Cámara Argentina de Feedlots (CAF) vinculada al festival de subsidios que el kirchnerismo repartió a través de la disuelta ONCCA.
"Con la imposición del peso mínimo de faena hay mucho lobby de los feedloteros que necesitan animales con un determinado kilaje y no piensan en la necesidad de los criadores que se ven perjudicados por esta medida", apuntaron fuentes del sector.
La semana pasada, en el marco de las inundaciones y con la declaración de la emergencia agropecuaria, el Gobierno flexibilizó el peso mínimo de faena a los ganaderos de las provincias afectadas (Corrientes, Santa Fe, Chaco y Santiago).
Así las cosas, los últimos datos mensuales de faena publicados por CICCRA indican que la ganadería está cada vez más cerca de un cambio de fase de ciclo que tendría un inevitable impacto alcista en los precios en plena campaña electoral.
Esto porque en diciembre pasado la faena bovina se ubicó en 1,053 millones de cabezas, una cifra 6% menor a la de noviembre y 4,6% más baja que la de diciembre de 2017 con una participación de hembras del 48% (un nivel que enciende alarmas).
En 2018 se produjeron un total de 3,05 millones de toneladas de carne vacuna, un número 7,3% mayor respecto al año anterior, mientras que las exportaciones crecieron un 78% interanual alcanzando las 555.500 toneladas res con hueso.
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