martes, 5 de febrero de 2019

Con Marcos Peña Braun Menéndez de vacaciones, Andrés Ibarra quedó a cargo de coordinar las reuniones de ministros

El Jefe de Gabinete viajó con su familia a la Patagonia. En enero había alquilado una casa en el exclusivo club de campo Chacras de Murray.


El régimen macrifascista necesita acostumbrarse a la ausencia de Marcos Peña Braun Menéndez que el miércoles de la semana pasada se fue de vacaciones. El jueves no hubo reunión de Gabinete, porque justamente se la adelantó para el día anterior, y ayer tampoco. Se asegura que hoy sí habrá, pero todo indicaría que el equipo que lo reemplaza necesita días de transición para adaptarse al sistema organizativo del Jefe de Gabinete.

Peña Braun Menéndez y su familia viajaron a la Patagonia, aunque en su despacho no quisieron dar más precisiones. Se supo que durante el mes de enero alquiló una casa en Chacras de Murray, un exclusivo club de campo que está en Pilar, en el límite con General Rodríguez, protegido por los intendentes de Cambiemos Nicolás Ducoté y Darío Kubar. En temporadas anteriores también alquiló allí el ministro de Transporte, Guillermo Dietrich.

En ausencia del Jefe de Gabinete, la coordinación de las reuniones estará a cargo del Secretario de Modernización, Andrés Ibarra, que desde hace varias semanas viene participando de todas las reuniones del equipo ministerial del Presidente, haciendo seguimiento de los temas con cada Ministro y preparándole los informes a Miauricio Macri Blanco Villegas.

De todos modos, el estilo de Ibarra es menos enfático en el trato si se lo compara con sus antecesores Mario Quintana y Gustavo Lopetegui en cuanto a la toma de decisiones en materia de gestión y, en líneas generales, su responsabilidad está focalizada en los temas que ya venía manejando como una especie de gerente de recursos humanos del Estado nacional, capacitando, distribuyendo personal, proponiendo reducciones en algunos lugares para llevarlos a otros oficinas, siempre incorporando tecnología para agilizar trámites y facilitar la trazabilidad de los expedientes.

Antes de tomarse vacaciones, Peña Braun Menéndez resolvió el último problema que tenía el régimen para encarar cuanto antes la estrategia para la reelección del hijo bobo de Franco Macri, a saber, si habría o no adelantamiento de las elecciones en la provincia de Buenos Aires.

María Eugenia Vidal estaba convencida de que sería muy fácil ganar para ella con los comicios desdoblados y, en cambio, podría suceder que el retrasado mental ganara las elecciones en segunda vuelta habiendo ella perdido las elecciones a gobernadora, que se ganan en una sola vuelta, por un solo voto. Es que el Frente para la Victoria ganó las PASO, primera y segunda vuelta en el 2015. Sin embargo, ella ganó por cuatro puntos a Aníbal Fernández.

Por eso es que creía que como el peronismo no tiene ningún candidato competitivo, si volvió a ganar la provincia de Buenos Aires, una elección que tendría asegurada sin unificación nacional, se generaría un impulso natural hacia una mejor victoria del ex hijastro de Flavia Palmiero en las presidenciales. En cambio, sin desdoblamiento, Cristina Fernández de Kirchner hace competitivo a cualquier candidato a gobernador de la oposición, inclusive Axel Kicillof, que sería con quien finalmente competiría Vidal, según el análisis que realizan en Cambiemos.

En la reunión que la gobernadora y Federico Salvai finalmente tuvieron, Peña Braun Menéndez y Jaime Durán Barba no quisieron escuchar los argumentos que en el equipo de la provincia tenía para dar. Por teléfono ya le habían pedido que ponga fin a la discusión que cada día tomaba más volumen en el escenario mediático, lo que anunció ese mismo martes de la semana a las pocas horas. Antes, Macri Blanco Villegas se había mostrado en tres eventos sucesivos con Vidal, como una muestra de buen diálogo entre ambos.

"Marcos milita la unidad, no quiere que se expongan las diferencias y, cuando aparecen, las diluye en grandes mesas de diálogo, donde no se habla de nada en serio porque lo que busca es diluir la toma decisiones", aseguró un dirigente de Cambiemos que padeció el método. Agregó que "aunque a veces se quiera mostrar otra cosa, la decisión siempre la toma Macri y la ejecuta Peña y cuando eso pasa, no hay vueltas".

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