El radical Ramón Mestre le ganó la pulseada al régimen macrifascista y logró evitar que desde la Casa Rosada impusieran un candidato de "consenso" en Córdoba. Ahora la provincia se encamina a una interna, en la que el actual intendente de la capital competirá contra el diputado Mario Negri.
El presidente del PRO Córdoba, Darío Capitani, finalmente ratificó ayer junto a Mestre la conformación de la Alianza Cambiemos para las elecciones 2019. Como contó este medio, sólo faltaba esa firma, que la Rosada buscó dilatar.
Fuentes de Córdoba dijeron que ahora, ratificada la alianza, el cronograma electoral se pone en marcha. "La certeza de que Cambiemos está constituido, con las firmas del radicalismo, el PRO y el Frente Cívico", explicaron y resaltaron que eso implica que la interna programada para el 17 de marzo sigue fija.
Miauricio Macri Blanco Villegas y Marcos Peña Braun Menéndez buscaron hasta último momento imponer como candidato a Negri junto a Héctor Baldassi (del PRO), instalándolos como la fórmula de consenso. En rigor, el argumento de la Rosada siempre fue que la boleta debía encabezarla "el que más mida", mientras difundían encuestas en las que ganaba Negri.
Incluso Baldassi bajó su candidatura a gobernador en plena negociación y anunció que acompañaría a Negri en la boleta, en un aval implícito del régimen ya que era el único candidato del PRO.
Días atrás, Negri y Baldassi lanzaron un comunicado en el que confirmaron su alianza, mientras reconocieron por primera vez que se encaminaban a una interna en la provincia, aunque remarcaron que harían lo posible por llegar a un acuerdo.
Ahora desde Córdoba algunos especulan con que, llegado el momento de inscribir las fórmulas el 18 de febrero, Baldassi podría cambiar de opinión y bajarse, ya que en la provincia Mestre suena como el preferido para ganar la interna.
A este panorama se suman las negociaciones por la elección en la capital. El diseño de la Rosada fue llegar a un acuerdo entre Negri y Baldassi para ir juntos por la gobernación, mientras que Luis Juez -que también amagaba con competir por la provincia- se bajara a la pelea por la intendencia.
En ese acuerdo, Mestre quedaba afuera de todo. Pero el cálculo del macrifascismo subestimó que en Córdoba la mayoría de los intendentes radicales responden a él, al igual que el partido -que maneja- y la potencia de la capital.
Por eso, el acuerdo voló por el aire porque Mestre resistió hasta último momento bajar su candidatura. Ahora en la ciudad bromean con que hay "13 apóstoles", en referencia a la cantidad de candidatos que afloran.
Diego Mestre, hermano del intendente, es uno de los nombres que quiere competir, aunque desde el radicalismo también está Rodrigo De Loredo. Javier Bee Sellares, Felipe Lábaque y Martín Lucas son otros de los nombres que se suman a la extensa lista que aún integra Juez, que tampoco se resignará. En Córdoba vaticinan que de ese grupo quedarán unos tres o cuatro candidatos y que las diferencias se dirimirán a través de una interna.
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