Un barco de búsqueda que navegaba por las aguas del Canal de La Mancha encontró a la aeronave que estaba desaparecida desde el 21 de enero. A bordo de ella viajaba el futbolista argentino Emiliano Sala, quien iba a incorporarse al Cardiff galés proveniente de Nantes.
El avión que transportaba a Emiliano Sala y que desapareció hace catorce días mientras recorría la ruta entre Nantes y Cardiff fue hallado ayer en el fondo del Canal de la Mancha, sin conocerse aún datos sobre el futbolista argentino.
Según anunció David Earns, el investigador que fue contratado por la familia de Sala a partir de aportes económicos externos, "los restos del avión fue localizado temprano esta mañana (por la mañana de ayer, hora inglesa) por el FPV MORVEN", la embarcación privada que formaba parte del equipo.
"Como se acordó con la Oficina de Investigación británica sobre accidentes aéreos (AAIB), el barco privado trasladó las coordenadas al público GEO OCEAN III para identificar visualmente el avión", explicó Earns.
La AAIB anunció el miércoles la aparición de restos de los asientos, "probablemente" del avión desaparecido, en una playa de la comuna francesa de Surtainville (noroeste); pero finalmente se descartó que pertenecieran a la aeronave que transportaba a Sala.
El 26 de enero, la familia de Emiliano Sala había anunciado que proseguiría la búsqueda para tratar de encontrarlo merced a los fondos recopilados a través de una colecta por internet, después de que se cerraran dos días antes las operaciones de salvamento coordinadas por la Policía de Guernesey. Esta última calificó de "ínfimas" las posibilidades del encontrar con vida al futbolista.
El buque Morven, construido en 1983, cuenta con con equipos de búsqueda de última tecnología, que se utilizarán para realizar un rastrillaje submarino de los restos en el área del último contacto de radar, ocurrido hacia las 20:20 GMT del lunes 21 de enero, cerca de la isla británica de Guernsey, en el Canal de la Mancha.
Minutos antes se había comunicado con la torre de control pidiendo un aterrizaje de emergencia. La embarcación cuenta de casi 20 metros de longitud, dos radares, un sonar de barrido y sensor de movimiento, y los investigadores, encabezados por David Mearns, trabajarán con mini submarinos para alcanzar zonas inaccesibles o cubrir distancias más extensas.
"Morven es adecuada para operaciones en alta mar las 24 horas y está totalmente equipada con la última tecnología de navegación, levantamiento y comunicaciones. Su tripulación altamente experimentada brinda apoyo total a clientes, topógrafos y científicos durante estudios geofísicos y de otro tipo en aguas tanto del Reino Unido como de Europa", vende sus servicios la empresa que maneja el buque en su sitio web.
David Mearns, uno de los especialistas que encabezó la búsqueda submarina, trabaja para la compañía Blue Water Recoveries. En su cuenta de Twitter se define como un "cazador de naufragios, científico marino, explorador, autor premiado". Aseguró que "los dos buques trabajarán juntos para buscar el área designada de la manera más segura, completa y eficiente posible".
En apenas un par de horas, el Morven cumplió con su trabajo y halló la aeronave en las profundidades del Canal de la Mancha a casi 40 km de la isla de Guernsey.
Sala había sido traspasado del Nantes al Cardiff por 17 millones de euros y viajaba a la capital galesa para unirse a los entrenamientos del equipo cuando el avión en el que viajaba, junto al piloto David Ibbotson, desapareció de los radares al cruzar el Canal de la Mancha en la noche del 21 de enero.
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