El Congreso de los Diputados de España aprobó ayer un decreto del gobierno socialista para exhumar los restos del dictador Francisco Franco del mausoleo donde yace, cerca de Madrid.
El decreto fue aprobado con 172 votos a favor, dos en contra y 164 abstenciones, un resultado que fue recibido con una ovación en el recinto. El conservador Partido Popular (PP) y los liberales de Ciudadanos, sus adversarios en la derecha, habían anunciado que se abstendrían.
El objetivo del gobierno socialista es sacar los restos del dictador antes de fin de año del Valle de los Caídos, para corregir "una anomalía extraordinaria, que consiste en tener al dictador en un mausoleo de Estado y en un lugar donde puede ser exaltado", como advirtió la vicepresidenta Carmen Calvo antes de la votación.
Calvo recordó que el mismo Parlamento ya había debatido en mayo del año pasado una resolución instando a sacar los restos del dictador del Valle de los Caídos y enfatizó que el Ejecutivo de Pedro Sánchez, en nombre de "valores profundamente democráticos", ha querido "no dilatar el tema ni un solo instante más”.
El gobierno de Sánchez puso en marcha la iniciativa el mes pasado, con la publicación del decreto aprobado hoy, al que se opone la familia del dictador que ganó la Guerra Civil (1936-1939) y gobernó España hasta su muerte, el 20 de noviembre de 1975.
El dictador gallego yace desde el 23 de noviembre de 1975 en el Valle de los Caídos, un gran complejo monumental, a 50 km de Madrid, que cuenta con una basílica horadada en la montaña por miles de presos políticos y una impresionante cruz de 150 metros de altura.
Los restos se encuentran bajo una lápida en el altar de la basílica, siempre cubierta de flores frescas. Junto a él yacen los restos de 27.000 combatientes franquistas y otros 10.000 republicanos, motivo por el cual "El generalísimo" quiso imponer en vida el Valle como un lugar de "reconciliación" entre los españoles.
Para sus detractores, en cambio, siempre fue un lugar insultante para las víctimas de la guerra y de la dictadura.
Entre otras razones porque los cadáveres de los republicanos fueron sacados de cementerios y fosas comunes y trasladados allí sin el consentimiento de sus familias.
Los herederos del dictador, que se oponen a la exhumación y anunciaron acciones legales, adelantaron que en caso de que el cadáver fuera expulsado del Valle se harían cargo de sus restos, que serían trasladados a un cementerio privado.
Tras la aprobación de la iniciativa, la vicepresidenta Calvo criticó la abstención del PP y Ciudadanos en la votación, lamentando que "las derechas se pongan de perfil frente a la dictadura".
"Es inentendible y vergonzoso que en un día como hoy las derechas quieran decirle a los españoles que el problema está en otro sitio, en una tesis doctoral", dijo Calvo en referencia a la polémica por el supuesto plagio de la tesis de Pedro Sánchez, quien ha negado las acusaciones.
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