miércoles, 12 de septiembre de 2018

El tango está de luto: murió el extraordinario cantor Horacio Molina

Tenía 83 años, fue guitarrista y compositor. Formó pareja con la actriz Chunchuna Villafañe y tuvieron tuvieron dos hijas, una de ella la actriz y cantante Juana Molina.



Fue la propia Juana la que confirmó la noticia en su cuenta de Facebook. "Hoy se murió papá. Justo el día del maestro", lamentó la artista. "Papá, además de enseñarme el amor por la música y el consecuente baile, me enseñó a observar y asimilar, a criticar, viendo primero la viga en el propio ojo, a leer entre líneas, a ver más allá de lo que se ve y a desarrollar la intuición, la mejor manera de conocer el mundo", agregó.

Horacio Manuel Molina había nacido el 2 de septiembre de 1935, y comenzó a cantar tangos en la década del ´60 cuando en Buenos Aires estallaba el rock nacional. Sobresalió por su delicadeza de su voz para entonar, y decir cada estrofa, y lo hizo de otra manera e impuso su estilo.

"Me parece original, de insuperable afinación y de una sensibilidad especial. Si bien, como dice un amigo, después de Gardel todo es un problema de gustos, yo me permito definir a Horacio, como un intérprete distinguido, sobrio, elegante, que canta como hay que cantar el tango, a media voz, sin estridencias", lo definió el historiador tanguero Ricardo García Blaya.

"Tenía cinco años y ya entonaba Sueños del pibe. En mi casa había tres radios y sintonizábamos los cuatro programas donde pasaban a Gardel. Aprendía las canciones como un chico estudia un idioma", contó Horacio en una entrevista, allá por 2004.

Confeso gardeliano fue coleccionista y estudiosos del Zorzal porteño. "Gardel abrió una llave en mi alma, por eso guardo tanta información sobre él. Conozco sus versiones, sus fraseos, cómo respira y hasta cuando se equivoca", aseguró .

Nacido en Almagro, fue hincha de San Lorenzo y solía visitar las tribunas los domingos y cuando alguna señorita le quitaba el sueño no dudaba en pararse en una esquina y expresar su amor interpretando boleros.

Cuando joven iba a divertirse a los carnavales, pero no bailaba porque se sentía "pata dura" y se autodefinía como "tímido y un romántico total".

Su primer éxito fue la versión de Rubí, un tango de Cobián y Cadícamo. Y ahí sentó su carrera de cara al tango luego de haber cantado boleros. "Pagué muchas facturas por haber interpretado boleros durante 15 años", había confesado.


Tuvo que atravesar un duro camino para demostrar que era cantor de tangos, lo logró unos años después.: llegó al programa de Pipo Mancera donde compartió elenco con Astor Piazzolla, Eladia Blázquez, Egle Martín, entre otros.

De allí pasó a los escenarios del Teatro Odeón, la sala De La Cova, El Globo y café concerts: La Fusa y La Botica del Ángel, de Eduardo Bergara Neumann.

En 1970, fue invitado por Vinicius de Moraes para cantar en Mar del Plata y Punta del Este, junto con los brasileros Chico Buarque, María Creuza, Toquinho, Naná yDorival Caymmi. Para 1981 su voz llegó a oídos de Roberto Goyeneche. Quedó fascinado. Más tarde conoció a Mercedes Sosa.

Durante la dictadura partió a Europa y se instaló en Francia donde vivió hasta que regresó la democracia en la Argentina gobernada por el radical Raúl Alfonsín y se dedicó de lleno al tango.

Llegó al cine con la película, Cleopatra (2003), dirigida por Eduardo Mignogna, con Norma Aleandro, Natalia Oreiro y Alberto de Mendoza, en el reparto central.

Conoció a la actriz Chunchuna Villafañe cuando estudiaba arquitectura, nació el amor entre ellos y tuvieron dos hijas, las actrices Juana Molina e Inés Molina.

Grabó más de doscientos títulos y compuso obras en colaboración con Eladia Bláquez (Lo vivido), Carlos Barocela (Nuestro refugio, Mi ciudad), Albino Gómez(Quiero contarle al viento) y Teresa Parodi (Corazón de pájaro).

Su primer disco fue Te esperaré mañana (CBS 1967), siguió Por los amigos (CBS 1976), siguieron Volver para el mismo sello en 1977, Tangos (1984) y Hoy (1987).

En la era digital quince CD, entre ellos una exquisita interpretación de Alfredo Le Pera, Alfredo Le Pera por Horacio Molina (2010) e impactó con Nosotros: En vivo, un trabajo invaluable en dupla con Amelita Baltar, en el mismo año, solo por citar algunos.

Chau, maestro. Hasta cada tango.

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