En el entorno del ex funcionario aseguran que no estudiará en el extranjero y que no dejará la política, aunque sus adversarios internos aseguran que no hay lugar para él en el armado del PRO si Macri Blanco Villegas no vuleva a ser candidato.

"Son mis ojos, mis oídos y soy yo", había dicho al comienzo de su régimen el hijo bobo de Franco Macri al referirse a Peña Braun y a sus dos adláteres, Gustavo Lopetegui y Mario Quintana. Fue una forma de remarcarle a sus funcionarios que lo que dijeran ellos era como que lo dijera él. Y así fue: concentraron todo el poder en el régimen del subnormal, se permitieron exiliar a quienes planteaban críticas, como Emilio Monzó, hicieron y deshicieron. Y, en plena crisis económica en 2018, cuando las campanas comenzaron a doblar por la cabeza del jefe de Gabinete, el presidente no tuvo problema en deshacerse de Quintana y Lopetegui para mantener a su mano derecha. Para eso, contrarió el consejo de sus principales socios de la mesa chica del PRO.
Tanto protagonismo le jugó en contra tras las PASO de 2019: cargó con todo el peso de la derrota. Lo hacían responsable desde numerosos sectores que tenían cuentas pendientes con él: los radicales, Monzó, María Eugenia Vidal y la lista sigue. Algunos le volvieron a sugerir al entonces presidente que era momento de desligarse de su jefe de Gabinete. Pero Peña Braun se quedó hasta el final.
¿Y después del final? Después, el hijo de puta se zambulló en el bajo perfil. Corrieron los rumores sobre que se iba a vivir a Washington, a trabajar con Jaime Durán Barba -con quien hicieron dupla durante más de una década, pese a no tener una relación de amistad-, incluso que tenía pensado cursar en la Universidad de Washington una maestría sobre "Las tendencias de los jóvenes en el mundo". Pero todo eso es desmentido con vigor por fuentes del entorno de Peña. Aseguran tres cosas:
Pero lo cierto es que no se va del país, no se va a estudiar al extranjero y tampoco va a dejar la política para siempre, como le desean muchos dentro de su propio espacio político.
¿Qué está haciendo Peña Braun? Lo que están haciendo buena parte de los ex funcionarios del régimen fascista de la alianza de derecha Cambiemos, junto con el propio Macri Blanco Villegas: se fue de vacaciones. "Su idea es estar alejado de todo y pasar más tiempo con su familia por lo menos hasta marzo", advertía una persona que lo conoce y que lo quiere bien. Sus planes laborales pasan por armar consultorías para el exterior, según cuentan en su entorno. Nadie aclara si serán con Durán Barba. "Nada se puede descartar. Desde que sea alto funcionario de un organismo internacional a que termine como trabajador social en el terreno", indicó un viejo conocido de Peña Braun.

En su camino hacia las vacaciones en Uruguay -veranea en una costa poco farandulesca y más de estilo familiar, bien cerca de Montevideo-, Peña Braun tuvo un encuentro en Basavilbaso, Entre Ríos, con el ex intendente Gustavo Hein, quien se ocupó de retratar la charla en su cuenta de Twitter.
"Entre mate y mate, estuvimos charlando sobre todo el trabajo que tenemos por delante para seguir defendiendo nuestra república y los valores en los que millones de argentinos creemos", escribió Hein. A Peña Braun se lo ve distentido, bronceado y de buen ánimo. Lejos de los golpes que recibió en los dos últimos años de gobierno, pero sobre todo el año pasado.
Quienes lo quieren poco o nada cuentan otras historias sobre él, que lo muestran cada vez más alejado de la política. Según publicó Perfil, el sorete abandonó el grupo de Whatsapp que tenían los funcionarios del Gobierno régimen de Macri Blanco Villegas y que sigue activo hasta hoy con comentarios sobre las primeras medidas de Alberto Fernández. "Es verdad. Pero es una pavada", desmerecían la noticia cerca del ex ministro coordinador.
"La última vez que lo vi me dijo que se borraba por dos años", contó una alta autoridad del PRO. De la misma manera hay quienes juran que Peña Braun les dijo que se iba del país. No queda claro si son distintas versiones que sembró él o rumores que van arrojando sus adversarios internos. "Tenés que tener algo en claro. Sobre Mauricio hay discusiones sobre si tiene que volver o no a ocupar un lugar en una campaña. Hay quienes quieren que esté y quienes no lo consideran prudente. En cambio, a Marcos nadie lo espera. Nadie lo va a extrañar", dijo una de ellos.
Fuente: nota de Werner Pertot para Página/12
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