jueves, 16 de enero de 2020

La inflación de 2019 fue del 53,8%, la más alta de los últimos 28 años

El índice de precios subió 3,7 por ciento en diciembre. El descontrol de precios fue una característica saliente del nefasto régimen fascista y neoliberal de Miauricio Macri Blanco Villegas. En sus cuatro años de gestión no logró bajar la inflación que había heredado en 2015. En 2019, a pesar del ajuste fiscal y la contracción monetaria, escaló a su mayor nivel en casi tres décadas, superando al 47,6% de 2018, récord desde 1991 en ese momento.


La inflación acumulada de 2019, el último año de la gestión del hijo bobo de Franco Macri, se aceleró con fuerza al registrar un 53,8%, el nivel más alto en 28 años, según informó ayer el Instituto Nacional de Estadística y Censos (INDEC).

La suba anual registrada en 2019 fue la mayor desde 1991, cuando se ubicó en el 84%, impactada por la emisión monetaria, la devaluación del peso y el ajuste de las tarifas. Analistas pronosticaban un avance de precios del 54,6% en 2019.

El dato anual se consolidó tras conocerse el IPC de diciembre, que se ubicó en el 3,7% mensual, consecuencia de la inercia inflacionaria de los meses anteriores y la aceleración en los incrementos de precios.

No hay materia económica en la que el régimen macrifascista haya fracasado de manera tan grotesca como en la inflación. Desde aquellas recordadas frases del retrasado mental acerca de que “terminar con la inflación es lo más fácil que hay” y que “la inflación es la demostración de tu incapacidad para gobernar” hasta los constantes pifies en las metas de inflación por parte del Banco Central, pasando por una infinidad de pronósticos errados de parte de los ex miembros del equipo económico, la gestión de la alianza de derecha Cambiemos hizo todo mal para procurar bajar el ritmo de los precios.

“Tenemos un compromiso de inflación para 2016 de 20 al 25 por ciento, que bajará a un rango del 12 al 17 por ciento en 2017 y a 8 a 12 por ciento para 2018, concluyendo el último año de la gestión Macri en un dígito alrededor 5 por ciento anual".

Ese fue el programa inflacionario que el ex ministro de Economía, Alfonso Prat el Gay, presentó a la sociedad argentina el 13 de enero de 2016. 

Por si había dudas, aclaraba que no se trataba de una meta optimista, sino que era realista. Lo que pasó en la realidad fue que la inflación fue del 40 por ciento en 2016, bajó al 24,7 por ciento en 2017, escaló al 47,6 por ciento en 2018 y cerró 2019 en 53,8 por ciento. Si se toman las puntas más altas de las estimaciones de Prat el Gay, la inflación acumulada del período 2016-2019 hubiera sido del 72 por ciento. En cambio, la suba de precios terminó siendo casi del 300 por ciento.

En tanto, los analistas del sector financiero, incluidos en el Relevamiento de Expectativas del Mercado, que realiza el Banco Central, estimaron que en diciembre la inflación fue 4,1%, dos décimas menos que el 4,3% registrado en noviembre.

Para el corriente mes de enero, los participantes del REM estimaron una inflación de 3,8%, con una tendencia descendente para lo que resta del año, hasta alcanzar el 2,8% mensual en junio, con lo que el acumulado de 2020 estaría en torno al 42,2%.

En lo que respecta a diciembre, la suba del 4,1% estuvo vinculada -según los relevamientos del sector privado- con los aumentos de los precios de los alimentos y bebidas, también los vinculados al rubro "esparcimiento" por la llegada de las fiestas de Fin de Año, y subas en la cuota de la medicina prepaga.

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