La placa, ubicada en el hall de entrada del Instituto Geográfico Nacional, fue vandalizada el jueves de la semana pasada, cuando un empleado del organismo se la robó. El ministro de Defensa, Agustín Rossi, el secretario de Derechos Humanos, Horacio Pietragalla, y referentes de organismos de Derechos Humanos acompañarán a Taty en el acto de reposición.

“La placa que recuerda a Alejandro es un homenaje a los 30 mil, que sea repuesta a tan pocos días de haber sido robada en el sitio en donde la colocamos hace 7 años es todo un mensaje de estos nuevos tiempos: hay cosas que no se ofenden”, reflexionó Taty a horas de participar del acto de recolocación del homenaje, que se llevará a cabo hoy a las 11 en el Instituto, ubicado en avenida Cabildo 381.
La referente de la línea fundadora de las Madres aseguró que estuvo “muy triste y con rabia”, pero que la reconfortó “la cantidad de mensajes de repudio” al ataque que recibió así como “la inmediata reacción del ministro (Agustín) Rossi”. El jefe de la cartera de Defensa ordenó que, hasta ser repuesta la placa, se colocara un pañuelo blanco en su lugar. “Todo un mensaje simbólico, ¿no?”, postuló Almeida.
Su hijo Alejandro, que fue secuestrado en junio de 1975 y desde entonces permanece desaparecido, trabajaba en el área de cartografía del Instituto Geográfico Nacional. En marzo de 2003, en acuerdo con las autoridades del organismo y referentes sindicales, su mamá y organismos de Derechos Humanos colocaron una placa en su homenaje y al resto de los 30 mil desaparecidos.

La placa, ubicada en el hall de entrada del IGN, fue vandalizada el jueves de la semana pasada, cuando un empleado del organismo se la robó. Días después, se acercó al director del instituto, Sergio Cimbaro, confesó su accionar violento y devolvió el homenaje. Se excusó con su historia familiar: dijo ser hijo de un militar “que había sufrido la guerrilla”.
En ese sentido, sospechó Almeida, que “justo ahora pasen estas cosas, creo que el gobierno de Cambiemos, así como quienes apoyaron los crímenes del terrorismo de Estado, no se han ido, están agazapados, y cuando pueden pegan el manotazo”.
Se supo días después que el responsable del ataque, que es empleado del IGN hace más de 30 años -una dependencia que hasta el 2009 funcionó bajo la órbita de las Fuerzas Armadas- e incluso está afiliado a ATE, será sancionado, pero no despedido. La decisión le parece “acertada” a la mamá de Alejandro, ya que “se trata de el trabajo de una persona. Lo que le exijo, sí, es que pida perdón a Alejandro y a los 30 mil, a los organismos. Por la ofensa ha sido para todos ellos”, sostuvo.
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