La dirigente social ya cumplió cuatro años detenida y aseguró sentirse una "presa política" junto con otros referentes.
A cuatro años de su detención, el Superior Tribunal de Justicia de Jujuy ratificó ayer la condena a 13 años de prisión que pesa sobre la dirigente social, Milagro Sala, al rechazar un pedido de su defensa. El jueves, en el cuarto aniversario de su encarcelamiento, aseguró ser una "presa política" como muchos otros referentes populares.
"Yo sí siento que somos presos políticos. Nos detuvieron para poder gobernar y hacer negociados con las grandes empresas”, dijo en declaraciones a El Destape radio y recordó que, hace cuatro años, ella y once compañeros están "detenidos injustamente por haber trabajado por los que menos tienen".
La condena ratificada ayer había sido dictada en enero del año pasado por el Tribunal en lo Criminal 3 de Jujuy que, además de la prisión, determinó su inhabilitación para ejercer cargos públicos al declararla culpable de encabezar una asociación ilícita, ser coautora de fraude a la administración pública y extorsión en lo que se conoce como la causa "Pibes Villeros".
Sala tiene arresto domiciliario y si bien este fallo no fue favorable, aún puede apelar en la Corte Suprema con un recurso extraordinario.
El ministro del Interior, Eduardo "Wado" de Pedro reclamó el jueves la libertad de la líder de la Túpac Amaru y recalcó en su cuenta de Twitter: "Lleva 4 años detenida, no queremos más presas y presos políticos en Argentina. Libertad a Milagro Sala".
Apenas fue detenida, Alberto Fernández se manifestó en contra de semejante decisión y supo publicar su postura en redes sociales, al exigir la libertad de Sala.
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