El Banco Central de la República Argentina (BCRA) solicitó un panorama detallado de la situación de los créditos hipotecarios que indexan por inflación. Se estudia una solución bajo el criterio del "esfuerzo compartido".
El Banco Central solicitó a las entidades financieras información sobre las personas que tomaron créditos hipotecarios UVA. La entidad que preside Miguel Pesce buscará encontrarle una solución a los deudores, dado que las cuotas y el capital ajustan por inflación y los precios se dispararon en 2018 y 2019, con las tasas más altas en treinta años.
La necesidad de avanzar en una salida fue establecida en la Ley de Solidaridad Social y Reactivación Productiva, aprobada en diciembre por el Congreso. Algunos hipotecados tienen las cuotas congeladas desde agosto del año pasado, tras una medida de Cambiemos que finalizó el 31 de diciembre. El beneficio fue extendido por el Gobierno de Alberto Fernández hasta el 31 de enero.
El 10 de enero, la autoridad monetaria le pidió información detallada a los bancos sobre los préstamos hipotecarios UVA otorgados a personas humanas. Los datos solicitados fueron la CUIT y CUIL del titular y del codeudor; el monto inicial de crédito expresado en UVA; la fecha de origen del crédito; el plazo total del crédito expresado en días; el saldo del crédito expresado en UVA al 30 de noviembre de 2019; la cuota actual expresada en UVA correspondiente a noviembre de 2019, y el porcentaje de la relación cuota ingreso inicial.
Los bancos tienen hasta el 20 de enero para realizar la presentación. Otros datos solicitados por el Central son la tasa nominal anual del crédito; el porcentaje al inicio del crédito sobre el total hipotecado; metros cuadrados totales de la propiedad; código postal de 8 dígitos de la ubicación de la propiedad, y el monto del ingreso principal del tomador en pesos al momento inicial.
Los hipotecados que tomaron créditos UVA para vivienda única y a un valor de compra inferior a los 140 mil UVA tienen la cuota congelada desde agosto de 2019. La medida fue tomada por el gobierno de Cambiemos tras perder las elecciones primarias y luego de que el dólar saltara de 45 a 60 pesos. La devaluación iba a tener un fuerte impacto en la inflación y por ende en la cuota de los hipotecados, dado que la Unidad de Valor Adquisitivo se actualiza por el índice de precios. Pese a estar congelada en la práctica, la cuota y el capital continuaron en ascenso, pero la diferencia la puso el Estado.
El beneficio tenía como fecha de vencimiento el 31 de diciembre. Ese día, el Banco Central anunció una prórroga hasta fines de enero. Fue establecida en conjunto con el Ministerio de Desarrollo Territorial y Hábitat de la Nación. La entidad que preside Pesce anunció que durante enero se conformaría una comisión para evaluar el desempeño y consecuencias del sistema de préstamos ajustables por UVA y sus “consecuencias sociales y económicas”.
El trabajo que lleva adelante el Central está previsto en la Ley de Solidaridad Social y Reactivación Productiva. En el artículo 56, establece que se deberá buscar un mecanismo para “mitigar” los efectos negativos, atendiendo al “criterio del esfuerzo compartido entre acreedor y deudor”.
La Unidad de Valor Adquisitivo (UVA) aumentó 227 por ciento durante el nefasto régimen fascsista y neoliberal de la alianza de derecha Cambiemos. En abril de 2016, cuando fueron lanzados los créditos UVA, era de 14,05 pesos, mientras que el 10 de diciembre se ubicó en 45,91 pesos. Esta disparada fue en línea con la inflación. Pero no así con los salarios formales, que se incrementaron 133 por ciento entre octubre de 2016 y octubre de 2019, según la consultora Ecolatina.
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