La táctica opositora consiste en elegir un asunto del día para que no se hable de sus cuatro años. Puede ser la misteriosa reaparición de Rabbani o la ley impositiva bonaerense. La meta de Juntos por el Cambio es agrandar cada tema como si fuera definitorio o borrar el pasado.
Hace 31 años el filósofo Francis Fukuyama se preguntaba si no había llegado el fin de la historia. Mientras Miauricio Macri Blanco Villegas juega al bridge en Villa La Angostura, su delegada en la tierra Patricia Bullrich Luro Pueyrredón habla sobre la reaparición pública del ex consejero cultural de la embajada iraní Moshen Rabbani, sospechado en la causa AMIA. La ex montonera entregadora de compañeros asumirá el mes que viene como presidenta de Juntos por el Cambio. La táctica de la oposición es elegir cotidianamente un tema del día para desgastar al gobierno de Alberto Fernández o atizar grietas internas. El macrifascismo intenta decretar el fin de la historia.
Aunque arrancó con la frase “a mí me parece”, o sea que no ofreció ninguna certeza, Bullrich Luto Pueyrredón dijo en declaraciones a la ultraopositora radio Mitre que, en la causa por la muerte de Alberto Nisman, Alberto Fernández le prometió a Cristina que buscará “desmontar la investigación judicial que avanzó hacia una hipótesis distinta de lo que ellos querían, que es el homicidio”.
La ex beoda ministra de Seguridad que legitimaba los asesinatos por la espalda interpretó la presencia mediática de Rabbani en Radio 10 como una operación destinada a favorecer a Cristina Fernández de Kirchner.
“Es absurdo pensar que nos favorece, porque zarandear todo el tiempo el caso Nisman y el memorándum con Irán solo busca instalar temas que no son de interés popular, o que nos perjudicaron en el pasado, para que no se note el desastre que dejaron ellos ni se hable de planes nuestros como los 20 mil empleos que proyecta crear Gabriel Katopodis desde Obras Públicas”, dijo un funcionario que pidió reserva de su identidad. “La reaparición de Rabbani es una locura, sobre todo en este contexto”, dijo otro. “A la Argentina históricamente no le fue bien cuando recrudecieron las crisis en Medio Oriente”, recordó el analista internacional y miembro de Mundo Sur, Marcelo Brignoni. “Por eso la Argentina no debería estar conectada a todos los vaivenes de aquella zona y al mismo tiempo ninguna potencia global -ninguna, insisto- debería poder pensar que nuestro país tendría que ser su empleado regional”, agregó.
El experto en comunicación Gastón Garriga opinó que “ese tipo de mensajes trata de aprovechar el formato de las redes sociales, que nos hace vivir la ilusión de un presente continuo”. Para Garriga, “la relación con el smartphone es breve, intermitente y superficial”.
“Cuando leo el Boletín Oficial de la presidencia de Alberto Fernández siento que ya por los temas estamos en otro país”, suele decir el jurista Damián Loreti.
Una exploración por lo que sucedía solo un año atrás puede ser un ejercicio interesante. La edición de Página/12 del 11 de enero de 2019 bajo el título de “En llamas” consignaba la marcha de antorchas hacia el Congreso contra los tarifazos, con participación de sindicatos, organizaciones sociales y empresarios pyme con peligro de cerrar. “Cuatro años más de Macri serían terribles”, declaraba Victoria Donda. Felipe Solá, entonces precandidato presidencial, empezaba su recorrida bonaerense proclamando que “hay que unirse con el distinto” mientras el peronismo se unificaba en San Juan. El socialista Jorge Rivas publicaba aquí una columna contra la iniciativa de penalizar a los menores de 16 años. La Comisión de Derechos Humanos por la inclusión, que incluye sacerdotes que trabajan en villas, criticaba por lo mismo a una ministra que agitaba el tema. Adivinen quién. El mismo diario, en su edición del 12 de enero incluía temas como el aumento de los peajes, la estimación del peso enorme del transporte público en el presupuesto, los ruidazos contra el aumento de tarifas, el cierre de la fábrica de neumáticos Imperial Cord en Gualeguaychú, la protesta de las empleadas de Nordelta discriminadas en los colectivos internos y el comienzo de la investigación federal sobre los aportantes truchos de Cambiemos.
La meta de achatar la perspectiva histórica o defender el pasado estuvo presente en las distintas líneas cambiemitas de la provincia de Buenos Aires durante la pelea por el criterio de actualización impositiva. “María Eugenia Vidal dejó la provincia mejor de lo que la recibió”, dijo el senador Roberto Costa en declaraciones a la AM750. Un ejemplo de progreso, a su criterio, sería el estado de las escuelas. Costa no formuló comentarios sobre la muerte de Sandra Calamano y Rubén Rodríguez por una explosión de gas en la escuela 49 de Moreno. El presidente del bloque de diputados Maximiliano Abad dijo feliz que la ley impositiva votada “no es la ideal pero la logramos mejorar para beneficio de los bonaerenses”.
Al comentar el primer mes de Alberto Fernández, el ex candidato a vicepresidente derrotado el 27 de octubre, Miguel Pichotto, dijo que “hay dudas con la política internacional”. Es decir: “Lo de Evo en la Argentina y el hecho de no definir claramente que Venezuela es una dictadura es complejo para el país. Espero que el Presidente tenga un gran alineamiento con Brasil y Estados Unidos". Como para no dejar dudas de que la táctica es machacar con lo mismo, el presidente del interbloque opositor Mario Negri dijo que Irán y Venezuela son “dos países que sensibilizan mucho a la sociedad argentina”. Bullrich Luro Pueyrredón criticó el retiro de cartas credenciales a Elisa Trotta, la representante argentina del jefe de uno de los sectores de la oposición antichavista Juan Guaidó.
El supuesto doble comando de Alberto y Cristina sobre el Poder Ejecutivo es uno de los temas preferidos desde que, en mayo, la vicepresidenta dijo que elegía como candidato del Frente de Todos a su ex jefe de Gabinete. Negri alertó sobre “un gobierno bifronte”. Pero no dio detalles.
Fuente: nota de Martín Granovsky para Página/12
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