El gobernador bonaerense explicó que al igual que Nación, la idea es pagar los intereses pero no el capital de la deuda, mientras se realiza la negociación con los bonistas.
El gobernador de la provincia de Buenos Aires, Axel Kicillof, defendió ayer su estrategia con la deuda bonaerense y dijo que está atada a la del gobierno nacional. “Se convocó a los acreedores a un diálogo pero mientras se llevan adelante esas conversaciones la idea es no pagar vencimientos de capital en dólares”, afirmó.
Kicillof ratificó que el distrito no podrá pagar los vencimientos de los próximos días, por lo que propuso a los tenedores de bonos diferir esa obligación hasta el 1º de mayo.
En este sentido, el mandatario provincial afirmó que el plan es lógico y remarcó que espera que “los acreedores actúen de buena fe y madurez para impedir que la solución de este problema sea desordenada”.
La decisión generó incertidumbre entre los acreedores y en algunos sectores económicos, ante el riesgo de que la provincia entre en default si la propuesta no es aceptada (necesita al menos el 75% de aceptación).
"La deuda como está es insostenible iremos a un proceso de renegociación pensando en los y las bonaerenses. Lo que hemos manifestado es la voluntad de pago, a nadie le interesa ir a una situación de impago porque trae dificultades”, enfatizó sobre la posibilidad de que la provincia entre en default.
Asimismo, reiteró que la situación de la deuda es compleja y dijo que "no hay soluciones mágicas”, al tiempo que sostuvo que trabaja en forma coordinada con el ministro de Economía de la Nación, Martín Guzmán, para darte sostenibilidad al esquema de la deuda.
“En enero hay un vencimiento de U$S 570 millones y la caja de la provincia no tiene esos recursos. Una parte es intergubernamental, con ANSeS, y otra parte es mercado. He tenido diálogos con los bonistas, todos entienden que no es sostenible el esquema y situación que dejó el gobierno anterior. Es un problema complejo que tendrá una solución compleja", añadió.
Aclaró también que durante los próximos cuatro años la provincia de Buenos Aires tendrá que afrontar vencimientos de deuda por un monto cercano a los U$S 9.000 millones. Y recordó que durante toda la gestión de María Eugenia Vidal la provincia afrontó solo U$S 4.500 millones en deuda y que este año su gobierno deberá pagar U$S 3.000 millones.
“El anterior gobierno nacional concentró los vencimientos durante este período. En 2015 el 57% de la deuda provincial era en moneda extranjera, cuando se fue Vidal llegó al 82%", añadió.
Finalmente el gobernador dijo que “todos los acreedores están en conocimiento que en estas condiciones no se van a poder honrar las deudas” y dejó en claro que lo que buscan desde su administración son soluciones de consenso, algo que los analistas ven con dificultad.
“Todavía no hay nada claro pero, en algún punto, el gobierno enfrenta una especie de dilema: si la renegociación es muy agresiva ahora, el país no tendrá ningún financiamiento por los próximos dos años como mínimo”, aseguró un representante de un fondo de inversión con tenencia de bonos argentinos. Para los analistas, es improbable que la Argentina recupere el acceso al financiamiento durante el actual mandato de Alberto Fernández.
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