viernes, 22 de noviembre de 2019

Macri Blanco Villegas anticipó que no avalará el voto automático para las siete leyes clave que Alberto Fernández enviará al Congreso en los primeros 10 días de gobierno

Como futuro líder opositor, el ex hijastro de Flavia Palmiero entiende las necesidades del próximo gobierno, pero se resiste a funcionar como una "escribanía" sancionando proyectos a libro cerrado que podrían otorgar facultades extraordinarias al Poder Ejecutivo.


Miauricio Macri Blanco Villegas y sus líderes parlamentarios están dispuestos a facilitar el tratamiento de las siete leyes que prepara Alberto Fernández para apuntalar las primeras medidas sociales, económicas y financieras de su gobierno (ver nota aparte en esta misma edición). 

Pero ese apoyo institucional y político no es a libro cerrado y se ejecutará revisando cada uno de los proyectos que envíe Fernández a la mesa de entrada de la Cámara baja.

El retrasado mental no quiere que Diputados y el Senado se transformen en una “escribanía” que legalice un ampliación extraordinaria de las facultades ya asignadas al Poder Ejecutivo.

Sergio Massa será presidente de la Cámara Baja y es amigo personal de Cristian Ritondo, el futuro jefe de bloque del PRO. Como Massa y Ritondo aún no tienen despacho en el Congreso, los dos se encontraron anteanoche en las oficinas que el ex jefe de Gabinete tiene a pocas cuadras de la estación Retiro. La reunión duró treinta minutos y Ritondo adelantó que hay predisposición para acompañar las iniciativas de Fernández, pero que eso no implica levantar la mano en el recinto sin revisar los textos o proponer reformas.

Massa es una pieza clave en la ingeniería parlamentaria del Frente de Todos junto a Máximo Kirchner, que será jefe de bloque en reemplazo de Agustín Rossi, que iría al Ministerio de Defensa. Los dos representarán a Fernández en Diputados, y los dos manejan espacios de poder que tienen distintas terminales políticas. Máximo es Kirchner y Massa se apuntala en sus votos propios y en su cercanía al presidente electo.

Este contexto teñido de realpolitik servirá para entender las distintas actitudes que asuman al momento de negociar con Ritondo, que representará la estrategia del hijo bobo de Franco Macri en la cámara de Diputados. Massa tiene diferencias personales con el ex presidente de Boca y Máximo mira el poder con una perspectiva diferente que Massa.

Fernández pretende convocar a sesiones extraordinarias a partir del 10 de diciembre, y con la convocatoria remitir los textos de sus siete leyes clave. La primera sesión ocurriría el miércoles 18 de diciembre, y y luego habría un cuarto internedio hasta la primera semana de enero de 2020. Pueden ser sancionadas con cierta facilidad la Ley de Ministerios y el Presupuesto Nacional 2020, los otros cinco proyectos pueden demorar semanas hasta que sean promulgados y publicados en el Boletín Oficial.

La Ley de Emergencia Económica causará un fuerte debate en el Congreso. Fernández enviará su texto a Diputados, y el tratamiento llevará al menos seis semanas. Es una iniciativa clave para el futuro presidente porque permite mover partidas que tienen asignación específica sin control administrativo ni político de la oposición. Macri Blanco Villegas y sus legisladores no avalarán un tratamiento express de este proyecto económico y financiero.

A diferencia de la Emergencia Económica, los bloques de Juntos por el Cambio en Diputados y el Senado serán menos rigurosos con la ley del Plan Argentina Contra el Hambre. El idiota confeso asume que no hay tiempo que perder, sabe que falló en tratar este asunto durante su mandato, y considera que una demora en la sanción del proyecto puede erosionar su imagen pública.

Alberto Fernández tienen intenciones de crear un consejo de Seguridad que permita articular políticas comunes entre las distintas fuerzas de seguridad que operan en los 24 distritos de la Argentina. Los futuros bloques opositores acompañaran este iniciativa, pero con una sola excepción que puede trabar su debate en el recinto: la decisión del presidente electo de enterrar los protocolos de conducta que estableció la dipsómana Patricia Bullrich Luro Pueyrredón para todos los oficiales y suboficiales de las fuerzas de seguridad.

Junto al Plan contra el Hambre, la creación del Consejo Económico-Social y de Seguridad, la reforma presupuestaria y la ley de Gabinete, Alberto Fernández ya decidió remitir al Congreso la ley de Renegociación de Deuda Externa y la ley de Promoción de Hidrocarburos. El presidente electo está urgido por estas normas futuras, y Juntos por el Cambio ya adelantó que se tomará su tiempo político y parlamentario.

“Sabemos que hay mecha corta, y no vamos a ser irresponsables. Pero nos tomaremos el tiempo necesario. Seremos la oposición y hay mucho en juego”, adelantó un ministro que será protagonista en el Congreso.

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