jueves, 21 de noviembre de 2019

Cosentino y Plessen proponen dejar de pagar intereses mientras se renegocia la deuda

Los economistas fueron parte de la gestión del ex ministro Guido Lorenzino y trabajaron en la Unidad de Reestructuración del 2013.


Adrián Cosentino y Matías Kulfas
Los economistas Adrián Cosentino y Germán Plessen le acercaron una polémica propuesta a Alberto Fernández que sugiere dejar de pagar los intereses de la deuda mientras dure la renegociación con la promesa de capitalizarlos, según confirmó una importante fuente del equipo económico del presidente electo.

Se trata de dos asesores con amplia experiencia en la materia. Cristina Fernández de Kirchner los designó al frente de la Unidad de Reestructuración de la Deuda Externa de la Nación en 2013 tras pasar por la secretaría de Finanzas en la gestión de Hernán Lorenzino y Cosentino incluso permaneció en el régimen de Macri Blanco Villegas como asesor de Gabinete del Ministerio de Hacienda.

La idea resolvería de la manera más drástica el principal problema que se le viene a Alberto Fernández: el pago del equivalente a 15.000 millones de dólares en vencimientos en pesos entre enero y mayo que reconoció Guillermo Nielsen en su última exposición en la Universidad de Miami. "Es un camión que se nos viene encima", aseguró.

La urgencia radica en que el grueso de ese monto en pesos -equivalentes a 10.000 millones de dólares- caerán en el primer trimestre del año y en caso de afrontarlos con emisión, representarían el 31% de la base monetaria. A su vez, el pago de intereses de todo el 2020 representará dos puntos del PBI solamente con acreedores del sector privado y 0,6 puntos con organismos multilaterales.

"El default es inevitable, no dan los números aunque posterguen los vencimientos", indicaron desde Wall Street, donde siempre se mostraron conscientes de la gravedad de las cifras y desconfiaron de la amistosa salida "a la uruguaya".

De todos modos, hasta el momento las diferentes propuestas que fueron acercando los bancos -como la del JP Morgan- a la mesa de Alberto, incluían una drástica reducción del pago de intereses, pero nunca su suspensión.

"No es una locura, es una opción válida siempre que sea consensuada que puede estar dentro de la mesa. Todo va a depender a qué precio se hace ese canje de bonos. La urgencia es cerrar rápidamente esa negociación para no caer en default porque cuanto más tiempo se demore, más se va a tener que pagar", afirmó a este medio el analista financiero Christian Buteler.

El problema es que si bien Alberto Fernández tiene pensando impulsar una emisión monetaria del 45% para estimular el mercado interno y reactivar la actividad económica, sabe que el uso de esta herramienta tiene un límite riesgoso.

Después del enorme agujero fiscal que heredará el próximo gobierno en el mes de diciembre por la acumulación de una serie de gastos, no habrá mucho margen para seguir "dándole a la maquinita".

Además, nadie imagina que esta dura negociación con los bonistas pueda cerrarse en el lapso de los treinta días que otorga la ley para que un bono no caiga en default. En este marco es que la propuesta de Cosentino y Plessen está siendo evaluada y coincide con el plan de tener un respiro de dos años en el pago de intereses que permita reducir el déficit fiscal de la mano de una suba de retenciones, sin necesidad de aumentar el ajuste, como se lo comunicó este martes a la titular del FMI Kristalina Georgieva.

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