lunes, 18 de noviembre de 2019

Hambre en la Ciudad PRO: más pobreza y menos fondos para alimentos

De acuerdo a un relevamiento de la UBA sobre el ajuste de los programas alimentarios, entre 2015 y 2019, el régimen fascista porteño redujo el presupuesto de los principales programas alimentarios, subejecutó los fondos disponibles y achicó la cantidad de beneficiarios.


En los últimos cuatro años, la ciudad de Buenos Aires, aún siendo el distrito con el mayor ingreso per cápita del país, no escapó al empobrecimiento provocado por las políticas de la alianza de derecha Cambiemos: la tasa de indigencia entre los porteños se duplicó de 2015 a 2019 y la desocupación subió más de dos puntos. Hoy, dos de cada cinco habitantes de la Capital Federal están atravesando situaciones de vulnerabilidad o fragilidad económica por bajos ingresos. 

Mientras este proceso avanzaba, la administración de Horacio Rodríguez Larrata redujo el presupuesto de los principales programas alimentarios, subejecutó los fondos disponibles y mantuvo -e incluso disminuyó- el número de beneficiarios de los planes de alimentación, mediante el mecanismo de darlos de baja o sumando trabas burocráticas en su acceso.

Los datos surgen de un estudio del Centro de Estudios de la Ciudad (CEC) de la Facultad de Ciencias Sociales de la Universidad de Buenos Aires, que revisó los presupuestos y la ejecución de los programas alimentarios del régimen porteño.

El análisis tomó tres programas: Con Todo Derecho - Ciudadanía Porteña (un plan de transferencia de ingresos a los hogares pobres), Fortalecimiento a Grupos Comunitarios (de asistencia a los comedores populares) y Asistencia Alimentaria y Acción Comunitaria (que administra los recursos para comedores escolares).

El primer dato que señala el informe es que todos los programas tuvieron una caída en términos reales en su presupuesto 2019, tanto respecto de 2018 como en la comparación con 2015. El cuadro 1 grafica la comparación 2015 vs. 2019. El programa Ciudadanía Porteña fue el que presentó la mayor caída, del 24,8 por ciento. También puede observarse el menor financiamiento destinado a los comedores escolares.


En el cuadro 2 está graficada cuál fue la consecuencia de reducir los fondos para el Programa Ciudadanía Porteña en años de aumento de la pobreza: en cuatro años bajó a menos de la mitad el porcentaje de los hogares pobres con cobertura del plan. 

En concreto, mientras que al finalizar el kirchnerismo más del 39 por ciento de los hogares pobres de la ciudad tenían el programa Ciudadanía Porteña, en 2019 el porcentaje de familias pobres que acceden a esta cobertura es de sólo el 18 por ciento.

El estudio del CEC, realizado por los investigadores Nicolás Abraham, Inés Albergucci y Sonia Lombardo, revisa además lo sucedido en los comedores escolares, un tema que los docentes porteños vienen denunciando, por su condición de observadores directos de lo que los alumnos con becas alimentarias reciben como almuerzo, merienda o refuerzo. 


 La conclusión del seguimiento es que los comedores escolares disminuyeron nítidamente las raciones a pesar del aumento de la pobreza y la indigencia. El recorte fue constatado tanto en la cantidad de raciones programadas como en las que efectivamente fueron distribuidas. El dato que más llama la atención de este apartado es que el número de raciones programadas fue este año un 60 por ciento menor al número de raciones previstas en 2015. Con respecto a 2018, el ajuste fue del 7 por ciento. 

Finalmente, las metas de personas asistidas en Comedores Comunitarios establecidas por el gobierno porteño se mantuvieron relativamente constantes a lo largo de estos cuatro años, a pesar de la suba de la indigencia y la pobreza: 52 mil personas alimentadas por día de 2015 a 2017 y 54.500 en los dos últimos años, con una indigencia del doble.

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