En su entorno no descartan que podría derogarlo "a mediano plazo". Su idea de mantener buena relación con la comunidad local.
Alberto Fernández cuestiona el decreto con el que Miauricio Macri Blanco Villegas declaró "terrorista" a Hezbollah. Si bien en su entorno aclaran que el tema no es "urgente", no descartaron que "a mediano plazo" pueda derogarlo.
El presidente electo evita por ahora referirse en público sobre el decreto, pero un integrante de su mesa chica dijo que el texto es un "error garrafal" del canciller Jorge "medio polvo" Faurie, hecho a medida de las necesidades geopolíticas de Donald Trump.
El argumento -en el que coinciden los asesores de Fernández- se basa en que Hezbollah es un movimiento con existencia institucional y es reconocido como partido político con participación oficial en la República del Líbano. "Por un acuerdo político, un miembro de Hezbollah también forma parte de la coalición que gobierna. Si se considera una organización terrorista, la declaración en todo caso debería condenar al país entero", expresaron para graficar la "hipocresía" con la que se escribió el decreto.
"Alberto no presentó todavía una posición sobre este tema, pero si considera que el decreto tiene errores por supuesto que se podría derogar", manifestó otra fuente cercana al presidente electo, aunque reconoció que saben que el principal problema sería su implicancia política.
Lo cierto es que Alberto no ignora que le generaría un eje de conflicto con Israel y sus asesores se cuidan de aclarar que nadie habla "en representación" de la posición que tomará al respecto. "No es una de las prioridades que tendrá el Frente de Todos. No va a precipitarse", afirman.
Un indicio de la tensión con Israel es la demora de Netanyahu en reconocer y saludar a Alberto después del triunfo. Existió una reunión entre el presidente electo y la embajadora de Israel, Galit Ronen, en oficinas de Puerto Madero. No hubo fotos. "Fue un encuentro reservado", describen en el albertismo sobre la cumbre que se llevó a cabo hace unos días.
En la mesa chica no ignoran que el tema abrirá la polémica y aclaran que existe "la mejor voluntad" de tener una buena relación con Israel y sobre todo con la colectividad judía local. Por eso Alberto decidió mandar a la cena anual de la AMIA a un grupo de sus asesores más cercanos, encabezado por Jorge Argüello, Eduardo Valdés, Guillermo Oliveri y Marcela Losardo. "Estaba en México y nos trataron como sus representantes", confió uno de ellos. Se los vio, además, intercambiar algunas palabras con la embajadora Ronen.
En julio del año pasado, en el marco del 25° aniversario del atentado a la AMIA, el hijo bobo de Franco Macri definió crear por decreto un Registro Público de Personas y Entidades vinculadas a actos de Terrorismo (Repet), en el que incorporó a Hezbollah. El texto lleva las firmas del presidente, el canciller Faurie y del ministro de Justicia, Germán Garavano.
Hasta ese momento la Argentina se regía por el listado del Consejo de Seguridad de la ONU, que no incluye a la organización islámica. El ex hijastro de Flavia Palmiero saliente lo hizo a pesar del rechazo de la comunidad árabe, como un gesto a algunas entidades de la comunidad judía y en línea con la Embajada, que ahora quedó en alerta por lo que hará el nuevo gobierno.
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