jueves, 7 de noviembre de 2019

En su primer mensaje tras las elecciones, la Iglesia advirtió sobre la pobreza y la corrupción

En la apertura de la Asamblea Plenaria de la Conferencia Episcopal Argentina (CEA), los obispos difundieron un documento en clave política, en donde calificaron como “una hipoteca” de la sociedad “la desigualdad y la exclusión".


118ª Asamblea Plenaria de la Conferencia Espiscopal Argentina
A través de un documento titulado “El fortalecimiento de nuestra nación”, los obispos reunidos en el acto de apertura de la Asamblea Plenaria de la Conferencia Episcopal Argentina (CEA) manifestaron la necesidad de luchar contra la pobreza, la desigualdad, la exclusión y la corrupción.

“La Patria requiere de todos un renovado esfuerzo de diálogo sincero y búsqueda de consensos en orden a generar síntesis superadoras. La grandeza de nuestra dirigencia se manifestará en este intento si sabe incorporar también los esfuerzos y las búsquedas de los más pobres”, afirmaron los obispos en el texto.

Así, en este marco, indicaron que “reconociendo la inmensa dignidad de cada persona podemos decir que las mayores hipotecas del país siguen siendo la pobreza, la exclusión y la desigualdad” y agregaron que “la grandeza de nuestra dirigencia se manifestará si sabe incorporar los esfuerzos y las búsquedas de los más pobres”.

El obispo y presidente de la CEA, Oscar Ojea, fue el encargado de abrir un nuevo plenario, que se extenderá hasta el 9 de noviembre en la ciudad bonaerense de Pilar. Durante el encuentro, además, se abordarán “criterios para la prevención de los delitos de abusos sexuales en la Iglesia”.

Con relación a la corrupción, los obispos señalaron en el documento que “es un delito que nos tienta a todos de distintas maneras, y no será posible un real fortalecimiento de nuestra democracia, sin una opción ética en los distintos niveles de la vida social, sin una real división de los poderes del Estado y una participación cotidiana y generosa de cada argentino".

Por último, y para finalizar, afirmaron que “como ciudadanos responsables estamos llamados a formar un pueblo que, más allá de las discrepancias, sostenga referencias estables que conformen un proyecto común”.

Ojea, durante la homilía, marcó la necesidad de que las personas que “han vivido la experiencia del abandono y el rechazo de otros” se encuentren ahora –según la interpretación del obispo– con “una Iglesia lejana a todo interés, preservada de las mezquindades habituales que se dan en las relaciones sociales”.

Por otra parte, los obispos no tienen previsto mantener en estos días un encuentro con el presidente electo, Alberto Fernández, sino que esperarán a la asunción de las nuevas autoridades el próximo 10 de diciembre, dijeron fuentes episcopales.

El pasado 20 de agosto, durante la campaña electoral, Fernández se reunió con la cúpula de la Iglesia en la sede del barrio de Retiro, donde se analizó la “delicada situación socioeconómica que afecta a los argentinos”, una cita en la que se hizo hincapié en priorizar el diálogo entre los sectores políticos.

Días después, Miauricio Macri Blanco Villegas también recibió a autoridades eclesiásticas con las que coincidió en trabajar en conjunto para “contener a la gente que más lo necesita”, especialmente en materia alimentaria, se explicó en esa ocasión.

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