En un mediodía soleado, el ex hijastro de Flavia Palmiero y la explotadora de trabajadores textiles esclavos Juliana Awada oficiaron de anfitriones de una centena de invitados en Olivos para recordar el 25 de mayo de 1810.
Miauricio Macri Blanco Villegas y Juliana Awada fueron anfitriones de cien invitados especiales que llegaron hasta los jardines de la quinta de Olivos para festejar la Revolución de Mayo.
El retrasado mental y la tilinga primea dama compartieron el locro del 25 de mayo con sus vecinos, los ministros Jorge Faurie, Rogelio Frigerio y Patricia Bullrich Luro Pueyrredón y los legisladores Esteban Bullrich y Waldo Wolf, entre otros dirigentes del oficialismo.
El hijo bobo de Franco Macri recordó la importancia de la gesta revolucionaria e hizo alusión a la actual situación política y económica. Si bien no habló de la fórmula Fernández y Fernández, con su discurso intentó exhibir los contrastes institucionales entre su gestión y los dos gobiernos de Cristina. A su lado, estaba Jorge Macri, intendente de Vicente López y jefe de campaña de María Eugenia Vidal.
Después del corto discurso presidencial, se sirvió el locro preparado con esmero por los cocineros del Ejército Nacional. Entre plato y plato, los invitados especiales comentaron la situación política y los posibles resultados de los comicios generales. La posibilidad de ampliar Cambiemos, la ratificación de la candidatura de Macri Blanco Villegas y los posibles compañeros de fórmula del subnormal, estuvieron en todas las conversaciones bajo el sol del 25 de mayo.
En el locro oficial se notaron las ausencias de Gabriela Michetti, Federico Pinedo, Emilio Monzó y Nicolás Massot, que están alejados del círculo más cercano al idiota confeso. Fueron invitados formalmente, pero almorzaron lejos de la quinta de Olivos.
Comenzó una nueva etapa en Cambiemos y Macri Blanco Villegas está mirando hacia otros sectores internos de la coalición de derecha gobernante.
Cuando terminó el locro, el sorete mal cagado y Awada saludaron a sus invitados especiales y regresaron a la actividad cotidiana de los sábados en Olivos. Un rato de distensión jugando con Antonia, y Macri Blanco Villegas de vuelta a su despacho para analizar las últimas encuestas y evaluar los próximos pasos electorales. Debe decidir si acepta ampliar Cambiemos, compartir la fórmula presidencial o renunciar a su sueño personal de derrotar a la fórmula Fernández-Fernández.
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