La beoda ministra de Seguridad defendió la participación del coimero fiscal oficialista, declarado en rebeldía por no asistir a declarar en la causa por extorsión y espionaje ilegal, en la celebración del Día del Ejército.

En medio del paro nacional de la CGT del miércoles, el aniversario celebrado por los militares había generado expectativa ante la posibilidad de que el ex hijastro de Flavia Palmiero aprovechara su discurso para hacer alguna referencia a esa medida de fuerza. Sin embargo, en sus breves 4 minutos de alocusión, el retrasado mental no hizo más que brindar un par de definiciones autelogiosas sobre su gestión y sobre las Fuerzas Armadas.
La noticia fue, en cambio, la presencia de Stornelli, sentado en segunda fila, a escasos pasos del idiota confeso. Sonriente, conversó con algunos de los funcionarios nacionales que se encontraban a su alrededor. Al lado suyo estaba el secretario de Seguridad, Eugenio Burzaco. En la fila de adelante, el secretario de Derechos Humanos, Claudio Avruj.
El fiscal de la causa de las fotocopias de los supuestos cuadernos está convocado, por quinta vez, a prestar declaración indagatoria en el marco de la investigación que lleva adelante el juez federal de Dolores, Alejo Ramos Padilla. El magistrado lo declaró en rebeldía hace meses y la semana pasada pidió directamente su desafuero y remoción al Procurador General interino, Eduardo Casal. La decisión judicial se produjo luego de que se lo ordenara la Cámara Federal de Mar del Plata, quien rechazó los planteos del abogado del fiscal, Roberto Ribas.

"Absolutamente nada. Es totalmente normal que los jueces federales y los fiscales federales y los fiscales y jueces de todo el país sean invitados al Día del Ejército. Es algo protocolar y absolutamente normal", respondió la ex montonera entregadora de compañeros con un gesto duro.
Tras difundirse la noticia, en el oficialismo dejaron trascender que en realidad la presencia de Stornelli los había tomado por sorpresa. Hasta la propia titular de la Oficina Anticorrupción, la incogible ultramacrifascista Laura Alonso, había señalado que el fiscal debía presentarse a declarar, algo que el funcionario ya descartó.
Cuando se conoció el último pedido de Ramos Padilla, Stornelli contraatacó mediante una ampliación de la denuncia realizada en Inodoro Py, en la que considera que el expediente que lo involucra junto al falso abogado Marcelo D'Alessio es una operación política en su contra por parte del kirchnerismo. Las pruebas que aportó son nuevas escuchas ilegales realizadas a ex funcionarios detenidos en Ezeiza, difundidas recientemente por medios oficialistas.
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