En medio de la conmoción por el pediatra acusado de pedofilia, un pedido de informes pone la lupa sobre el ajuste financiero. El Poder Ejecutivo Nacional sólo está transfiriendo fondos para solventar los sueldos.
El médico acusado de formar parte de una red internacional de pedofilia no es el único espanto que en estos días alcanzó repercusión en el ámbito del hospital Garrahan. Es que el ajuste aplicado en el establecimiento concentró la atención de un grupo de diputados nacionales que presentaron un pedido de informes al Poder Ejecutivo en el que expresaron su inquietud "por el paulatino desfinanciamiento del hospital, las paritarias a la baja y el faltante de insumos, medicamentos y vacunas", entre otros cuestionamientos.
Impulsada por la diputada Fernanda Raverta (Frente para la Victoria-PJ Buenos Aires), la iniciativa persigue el objetivo de obtener información respecto de "las condiciones del nuevo convenio entre el Estado Nacional y la Ciudad Autónoma de Buenos Aires para el financiamiento del hospital", así como también solicita el detalle de las transferencias en los últimos tres años tanto del Estado Nacional como de la ciudadde Buenos Aires.
Acompañada por la diputada Romina del Plá, Raverta visitó el hospital el martes 28, oportunidad en la que las legisladoras tomaron contacto con los trabajadores. "Hicimos un pedido de informes para conocer la situación presupuestaria del hospital por la denuncia de sus trabajadores de faltantes de insumos y la no transferencias de los fondos necesarios para cubrir el adecuado funcionamiento", relató la diputada marplatense, quien añadió que "también preguntamos sobre la ejecución presupuestaria de los incisos de salarios, bienes de consumo, bienes de capital y uso de los fondos genuinos que recibe el hospital por el recupero de fondos de obras sociales y prepagas".
"En los últimos tres años se ha producido un paulatino desfinanciamiento del Garrahan", afirmó Raverta en los fundamentos de su requerimiento y agregó que "en el presupuesto votado por este Congreso para 2019 ya se preveía una reducción real del 6,1 por ciento respecto al presupuesto inicial de 2018, teniendo en cuenta una inflación promedio anual para 2019 del 34,8 por ciento".
Entre las preguntas que los legisladores le formularon el Ejecutivo se destacan "cuál es la ejecución presupuestaria nominal y en porcentaje de los años 2016 a 2018 de los fondos destinados a su financiamiento tanto por parte del Estado Nacional como de la Ciudad Autónoma de Buenos Aires", y "si tienen planificada desde el Estado Nacional una partida extrapresupuestaria para compensar el aumento de los costos en dólares de bienes e insumos".
"Los trabajadores tienen la información no oficial de que el Poder Ejecutivo Nacional sólo está transfiriendo fondos para solventar los sueldos, poniendo en riesgo el mantenimiento y funcionamiento del hospital", dijo la diputada.
El pedido de informes de Raverta fue acompañado por las firmas de sus pares Fernanda Vallejos, Silvina Frana, Laura Alonso, Cecilia Moreau, Mónica Macha, Analuz Carol, Juan Cabandié, Roberto Salvarezza, Horacio Pietregalla, Daniel Arroyo, Jorge Franco y Pablo Yedlin.
Los diputados reclamaron información acerca de "si se han realizado despidos en los últimos tres años y el detalle sus causas"; sobre "la situación del pago de haberes de los trabajadores del hospital y los acuerdos paritarios realizados en el último año y para 2019", y sobre "los faltantes de insumos y medicamentos denunciados en el último año y que han provocado demoras en cirugías o suspensión de tratamientos de quimioterapia".
El Hospital de Pediatría SAMIC "Prof. Dr. Juan P. Garrahan" es el centro pediátrico de referencia en salud pública, gratuita y de alta complejidad de la Argentina. Desde sus inicios, el establecimiento funciona en forma autárquica y hasta 2015 fue financiado por el Estado nacional y la Ciudad de Buenos Aires, en una relación 50-50. Pero cuando el macrifascismo llegó a la Casa Rosada, logró cambiar la composición del financiamiento pasando a un 80 por ciento provisto por la Nación y el 20 por ciento restante a cargo de la ciudad de Buenos Aires, confirmando así la escasa prioridad que le otorga a la salud pública el régimen fascista de la CABA.
"El monto presupuestado para el 2018 por la Nación, sin contar la parte de la CABA, fue de 4080 millones de pesos. Para el 2019 lo llevaron a 5160 millones de pesos, es decir que lo aumentaron en 1080 millones. Porcentualmente eso representa un 26,5 por ciento de ajuste, pero como fue calculado con una inflación del 34 por ciento -que en realidad terminó siendo del 50 por ciento-, el déficit presupuestario porcentual fue de casi el 25 por ciento, y eso impactó directamente en el funcionamiento del hospital", explicó Oscar Trotta, quien formó parte del Consejo de Administración del hospital hasta 2016.
El ex funcionario reseñó que hasta 2015, "en octubre de cada año el hospital recibía una partida extra presupuestaria que significada una corrección de acuerdo a la variación del dólar para la compra de insumos, y eso no ocurrió más en esta gestión". Por lo tanto, "además de la pérdida del 25 por ciento de capacidad de compra del presupuesto, también hay una pérdida por la variación del dólar. Si bien nominalmente el presupuesto aumentó del 2018 al 2019, porcentualmente quedó por debajo de la capacidad de compra porque la inflación fue mayor", especificó Trotta.
Para el diputado tucumano Pablo Yedlin, "el hospital Garrahan no es un hospital de la ciudad de Buenos Aires: es de toda la Argentina. Ahí llega la derivación de la complejidad pediátrica de todas las provincias y es un hospital del que todos los argentinos estamos muy orgullosos, pero también muy preocupados porque no tenemos otro hospital de ese nivel de complejidad pediátrica en la Argentina".
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