El dirigente peronista Eduardo Valdés desestimó el informe periodístico en el que desacreditan la investigación del juez Alejo Ramos Padilla que jaquea a la justicia por armar expedientes contra opositores y apretar a empresarios y testigos.
"El fiscal Stornelli tiene que prestar declaración indagatoria en Dolores. OCHO denunciantes distintos lo acusan de espionaje ilegal y extorsión. Lleva dos meses en rebeldía, pero sus periodistas amigos organizan una operación en cadena para salvarlo", publicó en sus redes sociales apuntando contra los informes que emitieron el domingo los operadores periodísticos del régimen Jorge Lanata y Luis Majul.
"Reflotan la denuncia presentada por Carrió, Oliveto y Zuvic con escuchas ilegales recibidas en un 'sobre anónimo'. Las pericias sobre el teléfono de Marcelo D'Alessio indican que él mismo las habría suministrado a Oliveto y también llevado a la Fiscalía de Stornelli", apuntó el ex embajador en el Vaticano recordando la procedencia de los audios que llevaron las diputadas de la Coalición Cínica ante la justicia. "Son tan obvios que ante una causa que los incrimina por espionaje ilegal publicitado desde los medios de comunicación responden con... escuchas ilegales publicitadas desde los medios de comunicación", agregó Valdés con ironía por el contenido central de los informes.
La denuncia que investiga Ramos Padilla dejó en el centro de la escena al espía Marcelo D'Alessio, un hombre que se presentaba como abogado o como integrante de la DEA y apretaba a empresarios para dirigir sus testimonios y que las investigaciones fueran hacia dirigentes del kirchnerismo en general. El trabajo del juez lo llevó hasta las altas esferas del macrifascismo, como el coimero fiscal Carlos Stornelli, antiguo jefe de Seguridad en el club de fútbol Boca Juniors durante la presidencia de Miauricio Macri Blanco Villegas, pero también de estrechos vínculo con la beoda ministra de Seguridad, Patricia Bullrich Luro Pueyrredón, con quien se detectó en sede judicial un nutrido entrecruzamiento telefónico. Las emisiones periodísticas fueron basadas en las escuchas ilegales realizadas a distintos ex funcionarios kirchneristas presos.
"Son OCHO denunciantes distintos, que no se conocen entre sí, los que sostienen que Stornelli los extorsionó o los mandó a espiar por el delincuente D'Alessio. Ninguna de estas personas guarda relación alguna conmigo ni con los 'presos K'", detalló el dirigente peronista en un hilo de Twitter, haciendo eje en los puntos que no parecieron ser relevantes para los periodistas que presentaron los informes televisivos. "Al complot comentado por Lanata y Majul habría que agregarle que la investigación de Dolores ha sido validada por la Cámara Federal de Mar del Plata, la Cámara de Casación y la Corte Suprema ¿Todos ellos fueron manipulados desde el Penal de Ezeiza? La ridiculez es evidente", aseguró Valdés resaltando las distintas instancias judiciales que avalaron la investigación y al juez a cargo.
"Hubiera sido bueno que Carrió, Oliveto, Zuvic, (el periodista de Clarín, Daniel) Santoro y Stornelli pusieran su celular para verificar si son cómplices o no de los delitos cometidos por D'Alessio. Hasta hoy no están a derecho, solo intentan que no se investigue el mayor escándalo judicial de la historia", continuó el dirigente porteño y agregó que todo lo publicado en Twitter lo había declarado "ante el fiscal Jorge Di Lello el 27 de Febrero. Me presenté espontáneamente y puse mi celular a disposición para que la Justicia verificara si era organizador del plan denunciado. El juez ordenó cerrar la causa y mandarla a Dolores".
Valdés se preguntó con un dejo de ironía si "alguien puede creer que soy capaz de convencer a Stornelli de juntarse en Pinamar con D'Alessio, manejar su camioneta, que pueda entrar y salir de su fiscalía como su casa. ¿Yo recomendé al fiscal espiar a la ex pareja de su actual mujer, como descubrió Hugo Alconada Mon".
Finalmente apuntó contra las escuchas al señalar que "violar la confidencialidad de gente detenida es una muestra más de la falta de escrúpulos con la que se maneja esta cloaca integrada por periodistas, funcionarios, espías, jueces y fiscales. Acá la propia abogada de Carrió reconoce que estas escuchas son ilegales" y explicó que "en esa denuncia, usan charlas privadas con mi amigo Juan Pablo Schiavi en las que comentamos que Bonadio y Stornelli buscaban involucrar a Cristina en la causa cuadernos. Esto fue escrito por el periodista Carlos Pagni en su nota del 10 de enero de 2019".
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