Como consecuencia de la incertidumbre política en un 2019 electoral, la consultora Ecolatina señaló que la pérdida interanual de poder adquisitivo continúa en niveles similares a los del cierre de 2018 y que habrá que esperar a 2020 para que se recupere el salario real.
Si bien durante lo que va del año se activaron diversas cláusulas gatillo acordadas en paritarias, los salarios registrados siguieron creciendo por debajo de la inflación en el primer cuatrimestre del año, afirmó en su último informe Ecolatina.
En ese marco, y como consecuencia de la incertidumbre política en un 2019 electoral, la consultora señaló que la pérdida interanual de poder adquisitivo continúa en niveles similares a los del cierre de 2018 y que “habrá que esperar a 2020 para que se recupere el salario real".
Por el desfasaje entre las expectativas de inflación al comienzo del año pasado (que sirvió de guía para las negociaciones colectivas, en torno al 20%) y el número final, a lo largo de 2018 el salario real formal arrojó una caída cercana a 12% entre puntas, detalló el informe.
Sin embargo, arrojó que “este rojo podría atenuarse en los próximos meses si la nueva estrategia del Banco Central para contener al dólar continúa siendo exitosa”.
Asimismo, remarcó que si las negociaciones paritarias no acortan su plazo -no se generalizan los acuerdos trimestrales-, la inflación cedería sensiblemente en los próximos meses. “Conforme a nuestras estimaciones, la suba de precios pasaría de un promedio de casi 4% mensual en el primer cuatrimestre de 2019 a la zona de 2,5% en el período mayo-diciembre”, destacó.
En este marco, la consultora consideró que el deterioro del salario real formal se apaciguaría y agregó que si bien en el promedio anual la caída sería similar a la del año pasado (en torno a 7% i.a.), su dinámica sería opuesta.
“Durante el 2018 la retracción se agudizó con el correr de los meses, lo contrario de lo que pasaría en 2019. En el primer semestre de 2018 la caída del poder adquisitivo fue de 1,5% interanual (i.a) y promedió una baja de 11% i.a. en la segunda parte del año, mientras que este año pasaría de -10,5% i.a. a -3% i.a., respectivamente”, afirmó y añadió que si bien los salarios reales formales continuarían contrayéndose en la comparación interanual, se sentarían las bases para que la tendencia negativa comenzara a revertirse en 2020.
Una frágil mejora que pende de demasiados hilos
En ese sentido, señaló que la calma cambiaria que se logró en las últimas semanas, aunque luce más sólida que en las anteriores oportunidades, sigue siendo frágil.
Entre los motivos de la fragilidad destacó que por el lado de la autoridad monetaria, ésta no explicitó con qué monto intervendría por debajo de $ 51,45, por lo acotado de sus posibilidades.
Asimismo, indicó que el techo de U$S 250 millones por encima de este valor es poroso para los días de mayor tensión. Por último, remarcó que si debe desprenderse de una cantidad significativa de divisas, podrían ponerse en duda los futuros pagos de deuda en moneda extranjera, lo que acrecentaría significativamente las presiones en el frente cambiario.
Por último, la consultora subrayó que “aún en un escenario optimista, el salario real no se recuperará este año” y que, "la mejora del consumo y en consecuencia del PBI, deberá esperar, por lo menos, hasta 2020”.
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