Luis Otero le puso fin, este viernes, a su trayectoria de 35 años frente a las cámaras de El Trece y TN para dedicarse de lleno a la política. El periodista comenzó a pujar, desde hace meses, para que le den una interna por Cambiemos en Avellaneda bajo el paraguas del radicalismo.
La jugada de Otero ya comenzó a generar mucho ruido en las filas del PRO, que en ese distrito irá con la senadora Gladys González.
Ella era una de las cartas más fuertes del macrifascismo en el conurbano bonaerense y -aseguraron desde Cambiemos- se opone a ir a una interna con el radical, que tiene el apoyo del vicegobernador Daniel Salvador.
Salvador sabe que María Eugenia Vidal puso en duda que vuelva a acompañarla en la boleta. Molesto, mueve sus fichas en el interior bonaerense y mira con interés algunos municipios del conurbano en los que podría propagar la rebelión radical.
Otero, que participó de los últimos actos de Salvador, se mostró ayer muy entusiasmado con jugar. No sólo renunció a su trabajo, sino que confesó al pasquín ultraoficialista Clarín que fue "una decisión que comenzó a tomar forma hace 15 años", la primera vez que fueron a buscarlo para ofrecerle una candidatura.
Afiliado a la Unión Cívica Radical desde 1982, el ex conductor de Tiene la palabra y Telenoche investiga explica que no aceptó antes porque "tenía que tener preparación", pero ahora está decidido a competir.
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