A medida que la situación económica se complica, sectores del empresariado y de la alianza gobernante vuelven a especular con la candidatura, siempre negada, de la gobernadora fascista bonaerense.
Volvió el "Plan V", de Vidal. A medida que la situación económica se complica (y el dólar da señales de inestabilidad) tanto sectores del empresariado como algunas líneas del oficialismo vuelven con la idea de que María Eugenia Vidal sería una mucho mejor candidata que el ex hijastro de Flavia Palmiero de cara a las elecciones presidenciales de este año. "Mide 10 puntos más", advierten en las filas del PRO. Claro que la gobernadora fascista bonaerense descartó esa posibilidad, Macri Blanco Villegas se pegó a ella en los actos públicos para mostrar que no hay divisiones y el jefe de Gabinete, Marcos Peña Braun Menéndez, niega esa opción ante cada micrófono que le ponen delante. Tanta insistencia algo oculta. "Tenemos un candidato que no mide y nadie se anima a decírselo", remarcan desde una rama de la administración bonaerense.
Por primera vez, desde aquella victoria originaria en 2007, hay un ánimo dividido dentro del PRO. Mientras la cúpula sostiene el discurso del plan único, que es la reelección del hijo bobo de Franco Macri, entre sus funcionarios hay dudas a raíz de los golpes que recibió la imagen del retrasado mental en 2018 con la crisis económica y las corridas cambiarias sucesivas, y las que sigue sufriendo este año. De estos sectores surgió la idea de desdoblar las elecciones bonaerenses, una opción que fue cerrada manu militari por Peña Braun Menéndez y Macri Blanco Villegas a comienzos de este año.
De la misma manera, el jefe de Gabinete buscó dar por cerrada la posibilidad de que Vidal sea una opción de reemplazo del subnormal: "No tengo dudas de que es Mauricio el candidato que tiene que seguir gobernando este país. Y que, de la misma manera, María Eugenia tiene un compromiso y un coraje que siempre nos conmueve y nos inspira para seguir dando la pelea en la provincia de Buenos Aires. Y está cumpliendo su palabra, aparte, de que no iba a usar a la provincia de Buenos Aires como un trampolín", dijo en un reportaje con el pasquín ultraoficialista Clarín. Todos leyeron eso como un mensaje a "Heidi", recordándole que prometió no ser candidata a presidenta. Un concepto similar vertió Peña Braun Menéndez en el Consejo Nacional del PRO del lunes pasado. ¿Por qué tanta insistencia en negar el "Plan V" si ya era algo del pasado?
Porque no lo es. Ahora que el dólar volvió a demostrar inestabilidad, hay sectores del oficialismo que impulsan esa posibilidad. Lo hacen de una forma fantasmagórica: nadie quiere admitir que está pensando en que el idiota confeso no es una opción por temor a las represalias de Peña Braun Menéndez y Macri Blanco Villegas. Por ejemplo, el periódico Tiempo Argentino atribuyó un interés por rediscutir esto al ministro de Gobierno bonaerense, Joaquín de la Torre, y al ministro de Seguridad, Cristian Ritondo, quien se perfila en los planes del oficialismo para reemplazar a Emilio Monzó frente a la Cámara de Diputados, candidatura a diputado mediante. Apenas salió esa información, desde el entorno de Ritondo negaron enfáticamente que él esté pensando en esa movida.
En el entorno de Vidal, en tanto, reiteran que para la gobernadora nunca fue una posibilidad ser candidata a presidenta y que cuando surgen estas cosas no es de su entorno, sino que es especulación de otros sectores. Quienes empujaban el desdoblamiento de las elecciones cerca de Vidal advierten que nunca hablaron de reemplazar luego a Macri Blanco Villegas. ¿Hay sectores del poder económico que vienen tentándola a Vidal para que sea el reemplazo? La respuesta es sí. "A alguno le puede parecer que ella es mejor candidata", disimulan cerca de la conchuda hija de puta. Macri Blanco Villegas, mientras tanto, se pegó a ella en cuanto acto público haya, y ya hay preocupación sobre cómo podría estar afectando esto la imagen de la gobernadora.
Un dirigente muy cercano a Vidal es terminante: "No importa si Ritondo o De la Torre piensan que sería mejor ella. Sin desmerecerlos, por más que lo impulsen no va a cambiar nada. La verdad es que solo Mauricio puede tomar una decisión así". Y solo dirigentes muy cercanos, como Peña Braun Menéndez o el consultor Jaime Durán Barba, podrían convencerlo de una cosa así. Macri Blanco Villegas, según indican desde todos los sectores, está en camino a un escenario de vencer o irse, que podría arrastrar al resto si se da la segunda opción.
Otras voces de la administración bonaerense son más descarnadas a la hora de describir la situación. "Marcos está aterrado. Niega que María Eugenia pueda ser candidata a presidenta porque los números no lo favorecen a Mauricio. ¡Está diez puntos abajo de ella!", indica, con la pasión de las encuestas que el ministro coordinador comparte con muchos de los armadores del PRO. "Lo que no están entendiendo es que el rumor no lo instala María Eugenia. Lo instalan algunos empresarios y algunos medios que están viendo esto", señala la fuente. "No se puede ir contra lo obvio: tenemos un candidato que no levanta en las encuestas y nadie se anima a decírselo porque es el Presidente. Pero lo cierto es que ese candidato hoy no nos asegura ganar. O nos lleva a la derrota o se corre. Nadie se lo va a decir por ahora por una cuestión de respeto", insiste. La pregunta es qué pasa si las cosas empeoran en lo económico. No parece que Cambiemos esté para otra tormenta.
Fuente: nota de Werner Pertot para Página/12
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