jueves, 8 de noviembre de 2018

Preocupación en el régimen ante la posibilidad de que Cristina no juegue

La estrategia de la alianza de derecha Cambiemos para dinamitar un acuerdo de unidad de la oposición.


La versión que sobrevuela de que Cristina Fernández de Kirchner renunciaría a una candidatura presidencial en pos de alcanzar un acuerdo con distintos sectores del peronismo generó preocupación en el régimen, donde creen que la única forma de asegurarse el triunfo de Mugrizio Macri Blanco Villegas en 2019 es en un ballotage contra la ex presidenta. 

Ante los rumores de que Cristina decidiría no competir, en la alianza de derecha Cambiemos reaccionaron con una estrategia clara: la denuncia de un "pacto de impunidad" de la senadora con el peronismo de centro. La teoría es que ella no iría de candidata para que el peronismo unido venza al hijo bobo de Franco Macri, pero la negociación implicaría que le garanticen no avanzar judicialmente contra ella ni contra sus hijos Máximo y Florencia.

La jugada de Cambiemos no es novedosa. El argumento es el mismo que repetía en Brasil la oposición a Lula Da Silva, cuando hablaban de un supuesto pacto del líder del PT con sectores de izquierda para apoyar a un único candidato a cambio de su libertad.

La convicción de Marcos Peña Braun Menéndez es que necesitan a Cristina para garantizar la reelección del retrasado mental. Por eso, buscan incomodar al vende humo Sergio Massa y al peronismo de los gobernadores al denunciar ese supuesto pacto de impunidad y dejarlos expuestos en caso de que acuerden llegar a una interna que incluya al kirchnerismo. 

La preocupación en la alianza fascista gobernante por un posible arreglo de unidad en la oposición no es descabellado. En rigor, hay un sector que ya empieza a decirle a Cristina que debería arreglar. Se apoyan en la última encuesta de Aurelio, que preocupó en la Rosada porque puso en pie de igualdad a Macri Blanco Villegas y Cristina.

"La situación hoy es la de una moneda en el aire que puede caer para Cristina o Macri. algunos plantean que Cristina puede ayudar a la suerte, puede hacer que esa moneda caiga de su lado", explican desde el kirchnerismo. La metáfora implica un acercamiento a Massa, que desde el Frente Rejuntador hasta ahora niegan que haya comenzado.

En ese sentido, comparan la situación de Macri Blanco Villegas y Cristina con la final de Boca y River en la Libertadores. "El que gana se lleva todo y el que pierde se queda sin nada", dicen y vaticinan que si el idiota confeso gana, en 2020 redoblará la apuesta contra Cristina y sus hijos: "no va a parar hasta verlos presos a todos".

El clima en el kirchnersmo hoy es más hacia un acuerdo que a generar confrontación. Procuran no agredir a Massa ni a otros referentes como Daniel Scioli que se acercan al peronismo de centro. En los sectores más cercanos a Cristina, existe igual la duda lógica de si al dar aval a un candidato no kirchnerista para competir respetará luego un acuerdo de no avanzar contra ella.

En La Cámpora molestó mucho que el líder de la CTEP, Juan Grabois, lanzara la candidatura de Cristina durante su acto en Mar del Plata. "Lo dijo como una expresión de deseo", se atajan.

Es que en la organización de Máximo Kirchner evitan dar alguna señal de que la ex presidenta vaya a competir e incluso en Unidad Ciudadana por ahora dan el visto bueno a otros candidatos -como Agustín Rossi y Felipe Solá- para empezar a hacer campaña en caso de que Cristina no juegue.

Incluso la titular de Madres de Plaza de Mayo, Hebe de Bonafini, sorprendió el martes diciendo que tal vez lo mejor sería "que Cristina no vaya" de candidata y dé su aval a otro. Aunque en esa lista vetó tanto a Rossi como a Solá, mientras que trató a Grabois de "pituquito".

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