La investigación se presentó en el marco del Día Internacional por la Eliminación de la Violencia de Género. Al analizar la inserción efectiva en el mercado de trabajo, la situación de las mujeres madres también es peor respecto de aquellas que no tienen hijos.
Un informe del Centro de Implementación de Políticas Públicas para la Equidad y el Crecimiento (CIPPEC), reveló que la participación laboral de las mujeres en edad activa (esto es, entre 15 a 59 años) es, en promedio, 21 puntos menor que la de los varones (58% y 79%, respectivamente).
Esta brecha se amplía cuando hay hijos menores de 18 en el hogar: en ese contexto, 67% de las mujeres y 97% de los varones participan del mercado laboral.
Los datos, que se difundieron en el marco de la presentación del libro “El género del trabajo. Entre la casa, el sueldo y los derechos” de Gala Díaz Langou, Gimena de León, José Florito, Florencia Caro Sachetti, Alejandro Biondi Rodríguez y Matilde Karczmarczyk, integrantes del programa de Protección Social de CIPPEC, revelan que las mujeres enfrentan más obstáculos que los varones para participar y beneficiarse plenamente de la economía.
Mientras la participación masculina es independiente de su nivel socioeconómico y educativo, existen fuertes desigualdades entre las mujeres. Para aquellas que se encuentran en el extremo inferior de la distribución de ingreso o tienen menos años de educación, la brecha con los varones es mayor, mientras que para las mujeres con estudios universitarios o de los quintiles más altos en la distribución de ingresos la brecha se reduce a 8%, señaló la investigación presentada en el marco del Día Internacional por la Eliminación de la Violencia de Género.
En otro tramo de la publicación se explicó que, al considerar la variable de tenencia de hijos, la participación laboral aumenta tanto para varones como para mujeres, pero la de los varones lo hace en mayor medida y, por lo tanto, la brecha crece, especialmente en los quintiles más bajos de la distribución de ingresos.
Al analizar la inserción efectiva en el mercado de trabajo, la situación de las mujeres madres también es peor respecto de aquellas que no tienen hijos. La tasa de empleo de las mujeres de 15 a 59 años con hijos menores de 18 años es 7 puntos menor que la de aquellas que no son madres y la brecha se amplía cuanto más pequeños son los niños. Lo contrario ocurre con los varones: su tasa de ocupación ronda 94% cuando tienen hijos y 85% cuando no son padres. Así, la maternidad es un obstáculo para ellas, no solo al momento de decidir participar del mercado laboral sino también para acceder a un puesto de trabajo.
“Aún hoy en la Argentina el género de una persona determina su participación en la economía y el goce de sus derechos económicos: existe un género del trabajo. Con este libro, se busca contribuir a una mejor comprensión de los determinantes de las desigualdades económicas de género; a visibilizar la importancia del goce de los derechos económicos de las mujeres; y a evidenciar la urgencia detrás de este llamado a la acción”, sostuvo Díaz Langou durante la presentación.
Para la especialista, la voluntad política “es una condición necesaria para avanzar en acciones para promover la autonomía económica de las mujeres”.
“En épocas recesivas, es fundamental priorizar dos tipos de políticas: las que protejan a la población más vulnerable, y las que tengan un potencial mayor de reactivar la economía. Un sistema integral y federal de cuidados contribuye a ambos objetivos”, remarcó.
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