martes, 26 de noviembre de 2019

El plan de Marcelo Saín para partir el poder de la Policía de Santa Fe

El creador de la PSA diseñó un ambicioso proyecto para enfrentar la narcocriminalidad y sus vínculos con la policía santafesina. El modelo Arslanián y las continuidades con Pullaro.


Si bien aún el gobernador electo, Omar Perotti, no confirmó su gabinete, de no mediar sorpresas, Marcelo Saín sería el hombre al frente del Ministerio de Seguridad. Tal es así que ya tiene diseñado un bosquejo sobre las principales líneas políticas en la materia.

El área es clave y de sus resultados dependerá, en gran medida, la suerte del gobierno peronista que en campaña prometió descender los índices de criminalidad y la inseguridad que golpean en las principales ciudades de la provincia.

En ese sentido, Saín tiene pensado un cambio estructural de la Policía de Santa Fe que consiste en desarmar la poderosa Jefatura, de la cual depende toda la fuerza de la provincia, creando cuatro departamentales independientes entre sí, bajo la conducción del ministro.

De esta manera, se atomiza la estructura y se facilita el control político sobre la fuerza. Un esquema similar al implementado por León Arslanián el año y medio que estuvo al frente del Ministerio de Seguridad de la Provincia de Buenos Aires en tiempos de la "maldita policía", como se la conocía por el grado de autonomía y abusos que se registraron a fines de los '90.

Este plan parte de una premisa que Saín viene abonando hace tiempo: que la policía de Santa Fe es el principal cartel de drogas de la provincia lo cual derivó en un escenario de extrema gravedad a tal punto que en 2013 balearon la casa del gobernador.

Por esa razón, las principales causas judiciales que se están tramitando en los tribunales provinciales tienen en el banquillo de los acusados a altos funcionarios policiales como el juicio a la banda de Alvarado en la que están muy comprometidos cuatro jefes de la fuerza.

A su vez, prevé la creación de un cuerpo de elite súper profesional encargado de las investigaciones judiciales. Una especie de mini FBI que tendría sus bases en el actual Organismo de Investigaciones que dirige Saín por concurso convocado por el gobierno de Lifschitz.

Este cuerpo especializado en pesquisa criminal tendrá sus funciones orientadas a la investigación, estudio de pruebas y esclarecimientos de delitos como también, a la asistencia técnica y científica de las causas.

De confirmarse este plan, entraría en contradicción con la propuesta original de Perotti en campaña cuando prometía un jefe de policía fuerte, con todas las atribuciones y en cada departamento un jefe regional que respondería a su principal.

En el entorno del gobernador electo explican que "en materia de seguridad no se puede ser conservador ya que la situación es tan complicada que se deben llevar adelante políticas disruptivas".

De hecho, el nombre de Saín desentona con el resto del gabinete que se fue filtrando ya que casi en su totalidad vuelven funcionarios que estuvieron durante los gobiernos de Carlos Reutemann y Jorge Obeid.

Todo indica que la designación de Saín se correspondería con la mesa de coordinación entre todas las provincias en materia de seguridad que proyecta Alberto Fernández dado que el rumor días atrás en Santa Fe daba cuenta de que Perotti quería nombrar al ex secretario de Seguridad del kirchnerismo, Sergio Berni.

Semanas atrás, Berni se encontró con Perotti en Casablanca, un tradicional bar de la costanera, en la zona norte de Rosario. El problema es que el ex secretario no cuenta con el tiempo de residencia mínimo que la Constitución requiere para ministro.

Por otro lado, Saín tiene trato diario con el actual ministro, el radical Maximiliano Pullaro y según pudo averiguar este medio, las principales líneas de acción se mantendrían como el programa de reemplazo de comisarías barriales por estaciones policiales -una por distrito en el caso de Rosario- donde el comisario no tiene ningún manejo operativo porque todo lo concentra el ministerio mediante el sistema de cuadrículas monitoreado por el 911.

A través de este sistema, el ministro puede estar al tanto de los móviles que están en la calle, seguirlos por GPS, disponer en qué cuadrícula ubicarse y la grabación de todas las comunicaciones entre efectivos. Este nuevo sistema que implementó Pullaro continuaría con Saín, calculan en la cartera.

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