El tucumano la había pedido sin plazo, pero los radicales le exigieron acotarlo a un semestre y el peronismo aceptó.
José Alperovich consiguió que el Senado le aprobara su licencia solicitada tras la denuncia de su sobrina por abuso sexual, pero se la concedieron sólo por un semestre, por lo que si no logra una avance favorable en poco tiempo deberá decidir si vuelve al recinto.
El dilema no es menor, porque aún de licencia conserva los fueros y no puede ser detenido, mientras que si renunciara se sometería a la justicia como cualquier hijo de vecino.
El pedido de licencia fue presentado por su secretaria Silvia Pini, porque al momento de la denuncia el tucumano se encontraba en Miami, de donde aún no regresó. Fue leída en la sesión preparatoria de ayer del Senado, que tenía la misión de tomar juramento a los senadores electos pero que aún así la aprobó a mano alzada.
Pero como ni ese texto ni una carta que remitió luego a la presidencia de la Cámara plantea por cuanto tiempo pide la licencia, el jefe de los radicales Luis Naidenoff propuso que sólo sean concedida por un semestre y el flamante jefe peronista José Mayans accedió.
La pampeana Norma Durango, presidenta de la Banca de la Mujer y miembro del Frente de Todos que iba a integrar Alperovich, leyó una carta solidarizándose con las mujeres "que han sido abusadas o acosadas, dentro y fuera de este Senado".
"Nosotras nos revelamos contra la violencia sexual y la muerte de miles de mujeres y niñas. Asistimos conmovidas al relato de todas aquellas mujeres que están hablando de sus vidas, de sus dolores, de años de opresión en primera persona, poniéndole el cuerpo y palabra en todos los ámbitos, a relaciones de poder donde la supremacía del varón marca y somete; denigra y cosifica; vulnera y ultraja", sostuvo.
Por su parte, la senadora radical Silvia Elías de Pérez solicitó la aplicación del Protocolo contra la Violencia de Género aprobado en la Cámara y reclamó a la justicia actuar con celeridad. Si no lo hace, en un semestre Alperovich debe decidir si sigue siendo senador.
La denunciante, de 29 años, trabajaba en el despacho de la tucumana Beatriz Mirkin, compañera de Alperovich, y desde el viernes fue traspasada a la secretaría parlamentaria, donde le permitieron dejar de asistir por un tiempo. Mientras tanto, el ex gobernador deberá dar explicaciones en la justicia.
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