Los religiosos fueron condenados por "abusos sexuales agravados con y sin acceso carnal y corrupción de menores" y recibieron penas similares a la solicitadas por la Fiscalía.

Los religiosos Corbacho (59) y Corradi (83) y el jardinero Gómez (57) llegaron al juicio como acusados de abusos de menores sordomudos e hipoacúsicos en centros educativos de La Plata y Mendoza gestionados por el Instituto Próvolo.
Corbacho había sido imputado por 16 hechos, mientras que a Corradi lo acusan por seis y a Gómez por otros seis, en una causa que tiene una decena de víctimas de entre 4 y 17 años de edad.
La sentencia se difundió a puertas cerradas por tratarse de delitos de acción privada, explicaron fuentes del tribunal a cargo del caso, formado por los jueces Carlos Díaz, Mauricio Juan y Aníbal Crivelli.
Durante los alegatos, la Fiscalía pidió 45 años de prisión para los sacerdotes, mientras que los querellantes solicitaron la pena máxima de 50 años, y la defensora oficial solicitó la "nulidad de todas las acusaciones" o "la absolución de los acusados".

En tanto, al jardinero Gómez, para quien la Fiscalía pidió 22 años y medio de prisión, se lo acusa de cuatro hechos de abusos sexuales.
El debate, que comenzó el 5 de agosto y demandó 49 jornadas, se realizó también a puertas cerradas y contó con la participación de intérpretes de lenguaje de señas.
Psicólogos y psiquiatras que declararon ante el tribunal coincidieron en señalar que los testimonios de las víctimas son "coherentes y verosímiles".
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