El presidente electo argentino advirtió de la crisis a Macron y Pedro Sánchez. Charla entre Cristina y el vice de Bolivia. ¿Asilo en una embajada en Buenos Aires?
Alberto Fernández habló con Evo Morales. Ocurrió el sábado y formó parte de una serie de contactos cruzados, y múltiples, horas antes de la crisis que detonó luego en la consumación del golpe de Estado con la renuncia del presidente boliviano.
Después de la charla con Evo, Fernández conversó con Emmanuel Macron y Pedro Sánchez, mandatarios de Francia y España, y tuvo contactos con líderes de la región. Advirtió de la gravedad de la crisis en Bolivia.
Tras el motín policial y el posterior pedido de renuncia de las Fuerzas Armadas a Evo, el presidente electo siguió la crisis minuto a minuto en contactos con su equipo y dirigentes que estaban en Buenos Aires participando de la cumbre del grupo Puebla, que emitió un respaldo explícito a Morales.
Desde tu entorno, habló Felipe Solá, potencial canciller, que calificó de "golpe de Estado" lo ocurrido en Bolivia. Lo mismo hizo Agustín Rossi, jefe del bloque de diputados del FpV-PJ.
Fernández advirtió sobre la gravedad de lo ocurrido en Bolivia, respaldó a Morales y atribuyó "responsabilidad" a la Organización de Estados Americanos (OEA) en el desenlace violento de la crisis boliviana.
El ex jefe de Gabinete supo que el presidente de México, Andrés Manuel López Obrador, le ofreció asilo político a Morales. El gobierno mexicano propuso a Evo que vuele a Argentina y se asile en la embajada de México en Buenos Aires.
Fernández -que también habló con el vice Álvaro García Linera- analizó con su equipo la situación e hizo un análisis lapidario del rol de la OEA en el estallido político en Bolivia.
"En esto tiene mucha responsabilidad la OEA porque el informe sobre la elecciones es muy débil", se apuntó desde el entorno del presidente electo y se cuestionó con dureza el rol de Nicolás Almagro, el secretario general de ese organismo.
"Lo de la OEA es una vergüenza", se escuchó la queja en el entorno de Fernández y citaron que el informe advirtió sobre irregularidades en el 23% de las mesas donde Evo obtuvo más del 95% de los votos. "Es decir, las irregularidades sobre el total es un porcentaje ínfimo". Tras ese informe, Morales había llamado nuevamente a elecciones pero no logró descomprimir la situación y terminó renunciando.
Alberto, se comunicó también con Cristina Fernández de Kirchner, que está en Cuba junto a su hija Florencia. La ex presidenta, por su lado, mantuvo una comunicación ayer con el vice García Linera.
El sábado, Fernández estuvo en el encuentro del grupo Puebla que sesionó en Buenos Aires, y ayer con varios dirigentes todavía en Argentina, mantuvo contactos y charlas para evaluar la situación en Bolivia.
Antes de ayer conversó largo con Morales, que le contó que analizaba convocar a elecciones nuevamente y agregó un "relato estremecedor", según confió el presidente electo a su entorno, sobre lo que estaba ocurriendo en Bolivia.
Relató que había ataques a alcaldes y dirigentes ligados a Morales, a quienes los "secuestraban" y les pedían que salgan a reclamar la renuncia de Morales o si no matarían a sus familias.
"No le importó que convoque a nuevas elecciones. No quieren que Evo sea candidato. porque les gana. Es lo que le hicieron con Lula, lo que quisieron hacer con Cristina y lo que hicieron con Correa", apuntó Fernández en una charla con sus colaboradores.
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