"Medio polvo" Faurie sostuvo que no hay golpe de Estado y los recibió en su despacho. El bloque de los gobernadores también cuestionó el golpe. Fuerte debate en el oficialismo sobre qué postura tomar.
Agustín Rossi anunció que el kirchnerismo solicitará una sesión especial para mañana, con el objetivo de repudiar el golpe de Estado en Bolivia, que dejará expuesta las diferencias de los diputados de Cambiemos.
"Juntos a otros bloques vamos a convocar a una sesión especial este miércoles para repudiar el golpe de Estado en Bolivia, exigiendo el resguardo físico para Evo (Morales), Álvaro (García Linera) y otros dirigentes del Más en plena vigencia del orden constitucional", tuiteó Rossi ayer a la mañana.
Por haber sido ayer el día del empleado legislativo, la convocatoria se haría este martes, y en el kirchnerismo especulan que podría contar con la firma de diputados del oficialismo que definieron la salida de Morales como un golpe de Estado, aun cuando un par de horas después el canciller Jorge "medio polvo" Faurie se apartara de esa categorización.
Faurie, justamente, recibió ayer a la tarde a los diputados del FpV-PJ para anunciarles que la asamblea legislativa de Bolivia va a convocar a elecciones y por lo tanto no se podrá hablar de ruptura institucional, postura que no compartieron los dirigidos por Rossi.
"Hablan de una supuesta asamblea legislativa pero la mayoría de los diputados están siendo extorsionados y perseguidos. No vemos la más mínima disponibilidad de una continuidad constitucional. Pero si el comandante en jefe de las fuerzas armadas le dijo que tenía que renunciar, es un golpe de Estado", sostuvo Leopoldo Moreau al salir del palacio San Martín.
Después de cruces entre sus propios diputados por twitter Cambiemos esperaba debatir una postura común mañana por la tarde, después de la sesión prevista para avalar los resultados electorales, pero para esa hora será justamente convocada la sesión sobre Bolivia, donde deberán tomar una decisión.
El primer oficialista en repudiar el golpe fue Mario Negri, jefe del blouqe Cambiemos; mientras Daniel Lipovetzky, del PRO, fue de los más categóricos y ayer a la mañana fue retuiteado y felicitado por Alberto Fernández, en dos tuit.
A excepción de Diego Mestre, entre los radicales prevaleció el repudio, casi enfrentándose a la postura oficial de Macri. "A Evo Morales no lo invitaron a tomar un té, lo invitaron a renunciar", dijo ayer a la mañana el dirigente Federico Storani.
En tanto, el bloque justicialista, referenciado por los gobernadores peronistas, repudió el "golpe de Estado en Bolivia" y manifestó su "preocupación por la integridad física de Evo Morales, Álvaro García Linera y sus funcionarios de Gobierno".
"A su vez, nos solidarizamos y apoyamos al pueblo boliviano en este momento y esperamos que todos los sectores actúen en defensa de la democracia. El futuro del Estado Plurinacional de Bolivia solo lo puede decidir su pueblo, sin intervenciones a sus instituciones, en elecciones libres y transparentes", concluyeron los conducidos por el salteño Pablo Kosiner.
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