lunes, 21 de octubre de 2019

Los intendentes presionan para que Kicillof revive las policías locales

El candidato a gobernador de la provincia de Buenos Aires por el Frente de Todos se debate entre el traspaso a los municipios o incorporarlas de manera plena a la Bonaerense.


Los intendentes del conurbano empezaron a presionar para que Axel Kicillof reactive las policías locales en caso de llegar a la gobernación, mientras buscan instalar que uno de ellos debería convertirse en su ministro de Seguridad.

Kicillof desembarcó el viernes en Ezeiza en una visita formal a Alejandro Granados, que lo recibió a los abrazos. Si bien fue un encuentro más en su rutina de recorridas por la provincia, se supo que cobra otra relevancia ya que hace un mes el ex ministro fue a verlo a su casa acompañado por el "Cuto" Moreno -sin fotos ni difusión del encuentro- para hacerle algunas consultas en materia de seguridad.

Libreta en mano, el candidato del Frente de Todos anotó algunas sugerencias del "sheriff" Granados, ex ministro de Daniel Scioli, cercano a Sergio Berni e impulsor de algunas políticas de monitoreo, instalación de cámaras, mayores efectivos patrullando los distritos. Kicillof le pidió que le cuente su experiencia frente a la Bonaerense y el intendente fue muy enfático en la necesidad de recuperar las policías locales, creadas por decreto hacia el final de la gestión sciolista pero con un rol completamente diluido durante el macrifascismo. 

Los intendentes siempre la impulsaron, pero en la práctica no funcionaron. Según los jefes comunales, el fracaso se explica porque la Bonaerense las terminó vaciando de poder y creen que Cristian Ritondo, actual ministro de María Eugenia Vidal, no actuó para fortalecerlas.

"Estigmatizaron a los policías locales. Los apodaron 'pitufos', las bastardearon. Les criticaron su falta de experiencia. Pero en realidad funcionan así en todo el mundo, la idea es que sea gente del lugar, que conozca el lugar, que esté en contacto con los vecinos", dijo un intendente del conurbano.

Cerca de Granados aseguran que no busca ser ministro de Kicillof sino "ayudar" en la próxima gestión. No obstante, los intendentes insisten en que "uno de ellos" ocupe el ministerio y piden que el próximo funcionario tenga un perfil político y no técnico. En ese contexto empezó a sonar el nombre del intendente de La Costa, Juan Pablo de Jesús, cercano al lomense Martín Insaurralde, aunque también mencionan a "Juanchi" Zabaleta.

"El perfil tiene que ser el de un intendente. No es un trabajo para un hombre de escritorio. El ministerio tiene que articular con los municipios y el más idóneo para el cargo es alguien que conozca este trabajo", lanzó un importante jefe comunal de la Tercera Sección  y remarcó que "podés ser un genio de los libros y haber estudiado con Giulinani, pero acá se necesita calle".

La postura contrasta con sectores del kirchnerismo duro que impulsan a la ex ministra Cecilia Rodríguez, actualmente en el gabinete de Jorge Ferraresi en Avellaneda.

El dilema de qué hacer con las policías locales es una de las principales diferencias entre los distintos sectores. Cerca de Kicillof admitieron que aún no tiene definido qué hacer al respecto. "Media biblioteca dice que hay que incorporarlas de manera plena a la Bonaerense y media biblioteca dice traspasarla a los municipios", detallaron desde el entorno del ex ministro y argumentaron que en principio buscarán "mejorar las condiciones de trabajo" de todas las fuerzas y equiparar su grado de capacitación, pero sobre la marcha deberán evaluar qué es lo mejor.

En la mesa chica de Kicillof se interiorizan sobre seguridad y mantuvieron reuniones con sectores de la Bonaerense y con más de 10 expertos en la materia, entre los que hubo impulsores y detractores de las policías locales. De esas reuniones participó gente cercana al ex ministro León Arslanián, también del equipo de Marcelo Saín y de Alberto Binder.

Cerca del candidato explicaron que, en rigor, dejaron reflejadas dos posturas extremas y una de carácter "intermedio", por la cual podrían inclinarse. Quienes están a favor del traspaso argumentan, en línea con los intendentes, que son ellos los que se terminan haciendo cargo de muchas cuestiones vinculadas a la seguridad, por ejemplo pagarle la nafta e insumos a la Bonaerense, así como también quienes cargan con el costo político de los casos más emblemáticos de inseguridad que sufren en sus territorios.

Los que se oponen al traspaso sostienen que el gobierno provincial debe tener un control más fuerte sobre todos los territorios. Mencionan situaciones negativas en las que hubo una "autonomización completa" de las policías locales. Incluso -aunque descuentan que no pasará en Argentina- dan cuenta de casos en las que los alcaldes las terminaron transformando en una suerte de ejército privado, como por ejemplo en México.

La posición intermedia, que analiza con mayor interés Kicillof, es que el traspaso es necesario pero que no es viable hacerlo de golpe y al mismo ritmo en todos los lugares, sino que deben tener en cuenta las características particulares de cada distrito, en un territorio muy homogéneo. Algunos le proponen armar experiencias piloto en ciudades del interior para ver como funcionan.

"Son discusiones conceptuales y también políticas, que tenemos que estudiar y ver qué es lo mejor para la provincia", resumen. La coincidencia de todos es que, así como está, la policía local no sirve porque "quedó a mitad de camino" y termina dependiendo de la Provincia. "Es uno de los primeros temas de los que debemos ocuparnos", explican.

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