Germán Garavano dijo que no cree que la causa trucha se pueda caer por las contradicciones del chofer literato Oscar Centeno.
La Casa Rosada salió a aclarar que no tiene "nada que ver" con la llamativa aparición, a sólo 4 días de las elecciones, de los cuadernos originales del chofer literato Oscar Centeno ( que habla como Monzón y redacta como García Márquez), donde describe presuntas maniobras de corrupción durante el kirchnerismo.
"El gobierno no tiene nada que ver", aseguró ayer a la mañana el ministro de Justicia, Germán Garavano, que también aclaró que el renacimiento de entre las cenizas de unos cuadernos que se creían quemados "no tiene ninguna injerencia electoral", ante la consulta de si cree que beneficiará a Miauricio Macri Blanco Villegas en los comicios del domingo.
En declaraciones radiales, el patético ministro se refirió a la posibilidad de que la aparición de los cuadernos termine haciendo caer la investigación, como pretenden algunos abogados de los implicados.
Es que Centeno declaró que él mismo había quemado los cuadernos en la parrilla de su casa, por lo que el fiscal Carlos Stornelli tuvo que trabajar para que se consideren válidas las fotocopias. Fuentes al tanto de la causa aseguraron que el chofer escribiente, al declarar como arrepentido, no puede mentir y su testimonio ahora puede ser atacado por los acusados. La megacausa nació basada en la palabra (escrita) de Centeno, el primer arrepentido del caso, por lo que un falso testimonio podría derivar en la nulidad.
El ministro dijo al respecto que son "elementos que la Justicia tendrá que investigar", pero inmediatamente sentó postura y agregó que a la luz del avance de las investigaciones con "testimonios de arrepentidos y otras cuestiones, no veo que la causa pueda caer tampoco". Asimismo, aseguró que hay sectores que van a "especular" con que caiga la investigación.
En cuanto a las especulaciones sobre una mano del régimen -o sectores afines- detrás de la aparición de los cuadernos a cuatro días de las elecciones, Garavano pidió mirar también a sectores del peronismo que operan en la justicia.
"Hay una serie de actores que durante muchos años estuvieron asociados a los procesos judiciales que armaron las causas contra Macri, contra De Narváez, y que durante mucho tiempo estuvieron muy cerca del poder e intervinieron incluso en la designación de jueces, y que siguen teniendo injerencia en ese mundo, y son totalmente ajenos al gobierno", dijo el dientudo hijo de puta, por lo que pidió "tomar distancia" de las "especulaciones".
La hipótesis de una maniobra de inteligencia para favorecer al gobierno fue abonada por Juan Manuel Ubeira, el abogado de Oscar Thomas, uno de los ex funcionarios que estuvo preso por la causa de los cuadernos.
"Están operando los servicios de Inteligencia porque esto aparece a cuatro días de un acto eleccionario, como si fuera a mover el amperímetro en la votación, pero no genera absolutamente nada porque la causa en sí misma es un mamarracho", se quejó el defensor del ex director de Yacyreta.
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