El próximo viernes, 25 de octubre, se vence el plazo de la prisión preventiva por la cual el ex funcionario está preso.
El ex ministro de Planificación Julio de Vido pidió ayer ser liberado en la causa de Río Turbio por la cual perdió sus fueros como diputado y lleva detenido dos años.
El Tribunal Oral Federal 1, que aún no sabe si deberá llevar adelante el juicio oral, solicitó a la Cámara Federal de Casación Penal el expediente de la causa. Es que este viernes se cumplen los dos años de su detención, tiempo previsto para que se dé por cumplida la prisión preventiva.
El 25 de octubre de 2017, luego de perder sus fueros, De Vido se presentó en Inodoro Py para entregarse ante el juez Luis Rodríguez luego de que la Cámara Federal dictara un fallo que el periodismo bautizó como “doctrina Irurzun”, en donde pidió analizar “si existen datos reales, concretos y objetivos que permitan razonablemente presumir que los lazos funcionales tejidos al amparo del acuerdo criminal se encuentran aún vigentes y pueden estar siendo utilizados en perjuicio de la investigación".
Ahora, tras una consulta a la fiscalía, el TOF tendrá que resolver si lo liberan o si le extienden por un año más la prisión preventiva, a la espera de que se realice el juicio oral.
El TOF 1, a cargo de los jueces Adrián Grunberg, José Michilini y Ricardo Basílico, habían sido sorteados para llevar adelante el juicio de Río Turbio, pero los jueces entendieron que el tema le correspondía seguirlo al TOF 7, que el viernes pasado dictó condenas por un expediente menor en esa investigación por la construcción de un avenida a la salida de la mina. El TOF 7 no estuvo de acuerdo. Esa polémica sobre qué tribunal hará el juicio de Río Turbio no está resuelta, pero es automático que si un detenido lleva dos años de detención en una causa los magistrados deban decidir si extienden esa prisión preventiva.
Sin embargo, sobre De Vido pesan otras prisiones preventivas vinculadas con la causa de los cuadernos. Por lo tanto, si el TOF acepta excarcelarlo, aún le quedaría sortear el aval en otras investigaciones donde aún no cumplió el plazo previsto por la ley.
El ex funcionario está condenado por corrupción en la tragedia de Once. Pero en ese expediente no está preso. Sí, en cambio, tiene prisión preventiva por las causa trucha de las fotocopias de los supuestos cuadernos del chofer literato Oscar Centeno, por el caso GNL, por la cartelización de la obra pública y por los subsidios al transporte ferroviario.
Más allá de la suerte de este pedido de excarcelación que planteó en la causa de Río Turbio, a De Vido le queda la chance de pedir la prisión domiciliaria a partir del 26 de diciembre próximo, cuando cumpla los 70 años. Ya había formulado un planteo en ese sentido este año por entender que ya “transitaba” esa edad y en base a sus problemas de salud, pero su defensa imprevistamente lo retiró. A partir de su cumpleaños número 70, los abogados Maximiliano Rusconi y Gabriel Palmeiro tendrán posibilidades de reeditar ese pedido ante el Tribunal Oral Federal 7, encargado del futuro debate por el caso de las fotocopias de los supuestos cuadernos.
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