Lo informó ayer el INDEC. El salto del dólar después de las elecciones primarias abortó cualquier atisbo de recuperación.
El Estimador Mensual de la Actividad Económica (EMAE) de Argentina retrocedió un 3,8% interanual en agosto, debido a la fuerte escalada del tipo de cambio que afectó a todos los segmentos de la economía.
El Instituto Nacional de Estadística y Censos (INDEC) dio a conocer ayer el indicador, con una caída de 1% en el octavo mes del año respecto de julio.
En el acumulado del año, el INDEC refirió que la actividad económica acumuló entre enero y agosto una baja de 2,3% respecto del acumulado de igual período del año anterior.
En agosto, el EMAE interrumpió una moderada recuperación de tres meses consecutivos con números positivos en la comparación interanual, observados en mayo (+2,7%), junio (+0,3%) y julio (+0,5%), básicamente por el desempeño positivo del agro, con récord de producción en la campaña 2018/2019, después de la histórica sequía que perjudicó los cultivos en el verano del año pasado.
En agosto fueron los ítem Agricultura, ganadería, caza y silvicultura, con un crecimiento interanual de 6,5%, y Explotación de minas y canteras (+3,8%) los que contribuyeron a atenuar el importante retroceso de la actividad.
Analistas consultados coincidieron en que la ya golpeada economía del país podría no registrar mejoras en lo que resta del año, con un arrastre recesivo también para el 2020.
“Los datos de agosto muestran una aceleración en la contracción de la actividad, evidenciando el golpe que significó la depreciación del peso en la marcha económica”, afirmó la consultora Orlando Ferreres & Asociados en un reporte.
La economía argentina se vio afectada por una importante devaluación del peso, un día después de las elecciones primarias del 11 de agosto, cuando el candidato opositor, Alberto Fernández, del Frente de Todos, obtuvo un sólido resultado y alejó las posibilidades de reelección de Miauricio Macri Blanco Villegas.
Cabe recordar que el dólar mayorista se encareció un 36,6% durante agosto, para acumular una ganancia de cercana al 58% en los primeros ocho meses de 2019, tras una apreciación del 101% en 2018.
“Para los meses que restan del año no se espera un mejoramiento de las condiciones macroeconómicas; anticipándose que continúe el traslado a precios de la fuerte devaluación (...), la actividad económica seguirá muy débil, y solo la baja base de comparación atenuará las cifras negativas de los últimos meses del año”, añadió Ferreres.
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