Todos los políticos catalanes presos podrían estar en semilibertad a lo largo del próximo año. Los "Jordis" podrían pasar la Navidad en casa.
La decisión de los jueces del Tribunal Supremo de condenar a los líderes independentistas por sedición y no por rebelión ha rebajado a la mitad las penas que pedía el Ministerio Fiscal y acerca el horizonte de salida de la cárcel para los políticos y activistas presos, según han reconocido fuentes judiciales.
La mayor condena es para el ex vicepresidente de la Generalitat Oriol Junqueras por los delitos concurrentes de sedición y malversación. Son 13 años de cárcel porque el Tribunal le considera el máximo responsable de los hechos, teniendo en cuenta que el ex presidente Puigdemont no ha podido ser juzgado al estar prófugo en Bélgica.
El resto de consellers tendrán también una condena por los mismos delitos entre los 10 y los 12 años de cárcel. A la ex presidenta del Parlament, Carmen Forcadell, le han impuesto 11 años y medio y 9 años para los lideres de la ANC y de Omnium, Jordi Sánchez y Jordi Cuixart.
Con este escenario de condenas, los presos pueden empezar a hacer planes para tener pronto permisos y salidas de la cárcel ya que el Tribunal ha rechazado la petición de la Fiscalía que reclamaba que no puedan tener acceso a los beneficios penitenciarios hasta que cumplan la mitad de la condena.
Fuentes jurídicas consultadas por este diario consideran que todos los políticos catalanes presos podrían estar en semilibertad a lo largo del próximo año. Junqueras sería el que más tendría que esperar.
Las personas condenadas con sentencia firme pueden empezar a pedir permisos y el tercer grado penitenciario al cumplir un cuarto de la pena. En el caso de los Jordis, al tener una condena de 9 años, ya tendrían casi cumplido ese primer cuarto porque esta semana cumplen dos años en prisión preventiva. Les faltarían 3 meses. Fuentes cercanas a los activistas han señalado que quieren ser prudentes pero no descartan que pudieran pasar incluso algún día de las Navidades en casa.
El resto de los condenados irían cumpliendo ese primer cuarto de condena a lo largo de los próximos meses y Junqueras dentro de 15 meses.
El tercer grado, dependiente de la Generalitat
Hay que tener en cuenta además que todos están en prisiones catalanas y que en primera instancia los beneficios penitenciarios dependen de la administración penitenciaria que en este caso es la Generalitat catalana, aunque la última palabra la tienen el juez de vigilancia penitenciaria, la Audiencia Provincial e incluso el Supremo.
El reglamento penitenciario establece que la clasificación en tercer grado se aplicará a los internos que, por sus circunstancias personales y penitenciarias, estén capacitados para llevar un régimen de vida en semilibertad. Tendrían que ir a la cárcel solo a dormir y tendrían los fines de semana libres.
Fuentes cercanas a los presos sólo aceptan la libertad y rechazan de plano las condenas por sedición, aunque en privado reconocen que este escenario sería un alivio personal para todos ellos y podría contribuir a rebajar la tensión máxima que se va a vivir en Cataluña en las próximas semanas.
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