Patricio “Pato” Zambrano se refirió a la polémica originada en la cuadra de su domicilio, donde todos los fin de semana se organizan reuniones para escuchar su música.
Patricio “Pato” Zambrano anotó su nombre en la nómina de personajes que serán recordados luego de esta cuarentena. El DJ programa un set de música sábados y domingos, entre las 18 y las 19. Como sabe que la ley no le permite hacer ruidos molestos, encontró una alternativa para evitar la advertencia de la Policía: transmite las canciones por las redes y sus vecinos de Recoleta las reproducen en parlantes desde sus balcones. Sin embargo, Marcelo D’alessandro, secretario de Seguridad porteño, informó que se comunicó personalmente con el fiscal que libró un sumario de oficio por ruidos molestos.
“La fiesta en la calle de Recoleta no se puede permitir. No está bien”, dijo el funcionario en declaraciones radiales. “Por fin de semana o día de la semana, lamentablemente tenemos hechos como fiestas. La gente ha sido responsable pero hay excepciones”, agregó. Sus dichos apuntaban a lo organizado por Zambrano, quien convirtió su cuadra -Talcahuano al 1200- en un punto de reuniones donde las familias de la zona se encuentran para bailar y violar la cuarentena. El último domingo, las imágenes se viralizaron y la movida generó rechazos y también muestras de apoyo. Por eso, el DJ no se arrepiente. Dice que lo único que pretende hacer es generar un espacio de diversión en medio de la angustia provocada por la pandemia de coronavirus.
“Hay tanta agradecida por esto que es un momento de conexión, de esperanza, de alegría... No hay una falta grave y nadie está violando un decreto; la gente está bailando y quizás lo que habría que hacer es demarcar la calle para que la gente baile separada”, planteó Zambrano ayer.
El DJ dijo que no está arrepentido. Piensa que no está violando ninguna ley porque entiende que las familias tienen la posibilidad de caminar 500 metros a la redonda de su hogar los sábados y domingo en la Ciudad de Buenos Aires.
En rigor, la ciudad de Buenos Aires autorizó paseos recreativos para los niños de una duración máxima de una hora y con el acompañamiento de un solo adulto. Las concentraciones están prohibidas. Y ni hablar de las raves barriales, como la que se originó este fin de semana en la puerta de la casa de Zambrano.
“Acá no hay malos ni hay buenos. Se dio una situación. No estamos hablando de una fiesta, no era un tumulto, no era pogo”, se defendió.
Desde que comenzó la cuarentena, Zambrano pasa música desde su balcón todos los fin de semanas. Hace un poco menos de un mes, el DJ tuvo un conflicto con la policía por esta misma situación que se produjo en la tarde del domingo.
El sábado 16 de mayo, un día después de que se conociera la muerte de Sergio Denis, Zambrano pasó música, esa vez para homenajear al cantante con sus temas más celebrados. En esa oportunidad, varios vecinos se acercaron al frente de edificio. Las imágenes también se viralizaron.
Aquella función terminó abruptamente cuando un patrullero de la Policía de la Ciudad llegó hasta el lugar tras denuncias por los ruidos ocasionados.
"Fue una situación muy rara, muy bizarra. Vino la Policía, un comisario y un subcomisario para poder ver qué se podía hacer. Hay una sola persona que denuncia porque ponemos música una sola hora los sábados y domingos, de 6 a 7 de la tarde. Música para todas las edades y los gustos”, había contado Zambrano en esa ocasión.
Al ver a los efectivos de seguridad, los vecinos decidieron defender y apoyar al DJ con aplausos y cacerolazos. “Si la gente no salía a defenderme, no sé qué pasaba. La Policía vino con respeto pero fue tajante y fuerte. No me parecen los modos pero lo entiendo, la Policía no está para estas cosas. Estamos en una pandemia, está para cosas más serias. El sábado pasé tres temas de Sergio Denis y al segundo ya vino el patrullero que venía de un tiroteo en la Villa 31. No hay una explicación lógica para todo esto”, dijo.
Pocos minutos después de ese episodio que tuvo con la fuerza policial porteña, el DJ se asomó a su balcón del segundo piso y a través de autoparlantes contó cómo había sido la situación y adelantó que iba a volver a pasar música. Algunos vecinos del barrio le respondieron con aplausos.
En ese momento, la Policía de la Ciudad volvió a acercarse al lugar. Y sus seguidores volvieron a apoyarlo pero esa vez, con cacerolazos. Zambrano, así, en medio de la llegada de la policía y gente del vecindario aplaudiendo y haciendo ruidos con elementos de sus cocinas, terminó su discurso poniendo a todo volumen el Himno Nacional.
Tras esa tensa situación, el hombre habló con los medios y aseguró que quien realiza las denuncias es un adulto mayor. "Es una persona que se queja constantemente, se queja por el (colectivo) 102, por cualquier ruido y cuando empiezo a poner música. Es una máquina de denunciar. Yo ya hablé con esa persona por portero eléctrico y es una persona que no puede hilar una conversación. Le pedí por favor que nos deje pasar música una hora”, dijo el DJ. “El tema no es el nivel, no es un problema de decibeles. Es que hay una persona que hace denuncias permanentemente”, insistió.
Fuentes policiales, sin embargo, comunicaron que tras cada show que brinda Zambrano se registran varios llamados al 911, entre las 18 y las 22, para reclamar por ruidos molestos.
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