El presidente habló tras conocerse que sus médicos le recomendaron que permanezca en la quinta de Olivos debido al aumento de los casos de COVID-19 en el AMBA.
La incertidumbre política cruzó todos los ámbitos del poder de la Argentina, cuando se supo que el médico presidencial Federico Saavedra había recomendado que Alberto Fernández permaneciera en la quinta de Olivos frente al incremento exponencial de los contagiados del Covid-19 en el AMBA (ver nota aparte en esta misma edición).
Desde ese momento, las teorías conspirativas avanzaron en el oficialismo y la oposición, pese a que el comunicado no dejaba dudas respecto a la salud del jefe de Estado.
“Considerando la situación actual en relación a la pandemia COVID-19, y observando la progresión en el número de casos positivos registrados en el ámbito del AMBA que evidencian un significante aumento de la circulación viral, es mi responsabilidad recomendarle al Señor Presidente de La Nación Argentina, Dr. Alberto Fernández continuar desempeñando sus tareas habituales en su residencia y restringiendo al máximo posible el contacto interpersonal”, decía la comunicación firmada por el doctor Saavedra.
Saavedra es un médico prestigioso y amigo personal de Alberto. Y la decisión de restringir sus movimientos institucionales apuntó a evitar que pusiera en peligro su salud, ante contactos políticos y sociales que podían derivar en un contagio de Covid-19.
El director de la Unidad Médica Presidencial (UMP) se puso en guardia cuando conoció que María Eugenia Vidal estaba contagiada y era asintomática, después lo conversó con su paciente más importante y finalmente recomendó que Alberto Fernández debía quedarse en Olivos con excepción de “viajes o reuniones presenciales para asuntos de vital importancia e impostergables y con comitivas reducidas”.
Frente a las constantes especulaciones acerca de su estado de salud, el jefe de Estado, en declaraciones al portal opositor Infobae, aseguró que "no tengo un solo síntoma de coronavirus, estoy perfecto".
"El comunicado (de la UMP) tiene que ver con otra cosa. Federico Saavedra ve un incremento notable de casos en AMBA y pide que no me mueva para acotar los riesgos. Es sólo por el aumento de casos", explicó y agregó que "eso lo debería entender la gente, que se ha relajado. Hay un aumento de casos, y hay que cuidarse en casa".
Sobre la reuniones en la quinta de Olivos, mandatario sostuvo que "se trata de actuar con prudencia. Por ejemplo, hoy no viene a Olivos Rodríguez Larreta, porque estuvo con Vidal".
Alberto Fernández no tiene previsto hacerse un hisopado y su agenda contempla encuentros en Olivos vinculados a la negociación de la deuda externa y a la próxima expropiación de Vicentin.
Martín Guzmán aún no pudo cerrar un acuerdo con los acreedores privados, y la norma de expropiación de la empresa concursada está bajo la redacción de Vilma Ibarra, que desde la Secretaría Legal y Técnica llama a la quinta presidencial para ajustar sus detalles jurídicos.
El jefe de Estado ya había decidido concurrir al acto oficial del Día de la Bandera en Rosario, pese a la marcha que habría en su contra por la decisión de expropiar Vicentin. Sin embargo, canceló esa visita institucional por recomendación de su médico Saavedra. La pandemia está llegando al pico de contagio, y la intención es preservar al Presidente en todas las circunstancias.
En Olivos aún se recuerda cuando Martín Insaurralde dio positivo, Daniel Arroyo había estado con el intendente de Lomas de Zamora y luego había viajado con el jefe de Estado a La Rioja. Arroyo dio negativo, y todos en la quinta presidencial respiraron aliviados.
Saavedra, amigo personal de Alberto Fernández, no quiso más sustos y decidió que el presidente se quede en Olivos hasta nuevo aviso.
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