Un informe indica que más del 80% no tiene acceso a internet. El relevamiento señala que además el 70% no tiene computadora y el 85% no había recibido cuadernillos de la Ciudad a casi dos meses de iniciada la cuarentena.
Un relevamiento efectuado por la Universidad Popular del Movimiento Barrios de Pie (Somos) a 200 niños, niñas y adolescentes que concurren a centros educativos comunitarios en barrios populares evidencia las dificultades que tienen los alumnos de las poblaciones vulnerables para acceder a los insumos básicos para seguir las clases a distancia durante la cuarentena por la pandemia de coronavirus.
De acuerdo a los datos, el 82,5 por ciento no tiene internet, el 70 por ciento no posee computadora y el 85 por ciento no había recibido hasta comienzos de mayo, a casi dos meses de suspendidas las clases, ningún cuadernillo impreso para que los alumnos sigan las actividades. La legisladora y presidenta de la Comisión de Mujer, Infancia, Adolescencia y Juventud, Laura Velasco, dijo que la encuesta demuestra que "no es cierto que el 93 por ciento" de los estudiantes de la CABA "pueden continuar su escolaridad por vía virtual", como afirmó el jefe de Gobierno Horacio Rodríguez Larrata.
El relevamiento sobre continuidad pedagógica en contexto de pandemia fue realizado durante la primera quincena de mayo en los centros educativos que tiene la Universidad Popular en los barrios del sur de la Ciudad: La Boca, villa 21-24 de Barracas, en el bajo Flores, barrio Fatima y los Piletones de Villa Soldati, Villa 20 (Lugano), barrio Cildañez en Parque Avellaneda, Pirelli, Mataderos y Ciudad Oculta.
"El estudio se hizo con las familias de apoyos escolares que concurren a nuestros centros educativos a través de WhatsApp, con llamada telefónica y mensajes porque en cada uno de esos centros de apoyo hay un grupo de armado de WhatsApp", detalló Agustina Eroles, maestra de primaria y coordinadora del área de educación de la Universidad.
La encuesta abarcó a alumnos de nivel inicial hasta estudiantes de primer año de secundario, que es la franja de alumnos a los que les dan apoyo escolar en los centros educativos. "El estudio lo empezamos a hacer con la intención de garantizar la continuidad pedagógica sabiendo que la virtualidad es un límite en los barrios populares. Pero el resultado fue peor de lo que esperábamos", advirtió la docente.
"El 70 por ciento no tiene computadora a nivel familiar y el 82,5 no tiene acceso a Inernet. En este último caso, lo que preguntamos era si tenían acceso suficiente, es decir datos que no se acaben en seguida, o wi-fi, como para hacer una tarea, seguir un video. Además, hasta ese momento, no habían recibido ningún material didáctico impreso enviado desde los colegios", dijo Eroles y explicó que de todas esas deficiencias, sólo "la cuestión de los cuadernillos mejoró. Llegaron los que envió Nación. El gobierno de la ciudad no hizo nada al respecto".
La encuesta también indagó sobre el vínculo con la escuela y las tareas escolares: el 92 por ciento manifestó estar en contacto con los docentes. No obstante, Eroles remarcó que "en contacto es distinto a estar estudiando y pudiendo seguir las actividades por vía digital" y en cuanto a las tareas, explicó que "les preguntamos si les parecía mucha, poca o suficiente la tarea que les daban. Y el 60 por ciento dijo que le parecía mucha. Y esto está vinculado no con la cantidad sino con las dificultades para hacer las tareas cuando no tenés acceso a Internet o a una computadora".
"En muchos casos les parecía mucha a las familias porque se multiplica por la cantidad de chicos que tienen, a lo que se agrega la falta de recursos tecnológicos. El 80 por ciento de las que ayudan son las madres, y tienen que ayudar a varios pibes. En el 15 por ciento de los casos la ayuda es de las abuelas y tías, y sólo en el 5 por ciento de los casos los padres", añadió.
El informe además consigna que ninguno de los chicos con discapacidad que asisten a estos centros de apoyo tiene continuidad pedagógica, y que el 5 por ciento, de nivel inicial y primer grado, no tuvieron acceso a vacantes escolares. Y remarca la necesidad de garantizar "computadoras y conectividad para estudiantes y docentes. Uso gratuito de mensajes de texto y audios de WhatsApp hasta que regresen las clases presenciales. Y material pedagógico impreso, libros, recursos para la educación artística y juegos didácticos con especial énfasis en la educación de la primera infancia”.
Velasco, legisladora del Frente de Todos, sostuvo que los datos del relevamiento "son muy valiosos", y remarcó que "a pesar del compromiso de los y las docentes, en nuestros barrios populares, no sólo la mayoría no tienen computadoras ni internet sino que algunos ni siquiera pudieron acceder a una vacante. Por eso es fundamental contar desde el Estado con políticas públicas y presupuesto para que todos nuestros niños, niñas y adolescentes, sobre todo aquellos de los barrios más humildes, puedan continuar con su escolaridad".
En este sentido, cabe recordar que hay un fallo de la semana pasada del juez Andrés Gallardo que ordena al Ejecutivo porteño que entregue a todos los estudiantes en condición de vulnerabilidad social un dispositivo que le permita continuar con la educación a distancia, y que instale antenas que provean wi-fi en todas las villas y asentamientos de la Ciudad. A esta medida se suma que el Senado sancionó el jueves pasado una ley de educación que incorpora la modalidad a distancia para casos excepcionales como pandemias y catástrofes, que obliga al Estado a proveer de recursos tecnológicos y conectividad que promuevan la igualdad educativa con condiciones de calidad y la adopción de condiciones de salud y seguridad en el trabajo.
Fuente: nota de Nicolás Romero para Página/12
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